Son 16 en total las diócesis que adoptaron la energía renovable. John Arnold, obispo de una de ellas, Salford, dijo que hay muchas maneras de responder al desafío de la amenaza del cambio climático y que adoptar la energía renovable debe ser una prioridad para los edificios de las iglesias.
Pero la verdadera razón por la cual se tomó la decisión, explicó, fue enviar un mensaje claro a los gobiernos y a los inversores, sobre la necesidad de abandonar los combustibles fósiles, que siguen siendo los más baratos de todos.
Es evidente que tienen fe, porque depender del sol en un país como Inglaterra, que tiene una gran cantidad de días grises en el año, demuestra decisión y coraje. Quienes más se benefician con este cambio de las iglesias católicas son pequeños grupos de energía verde como Ecotricity y Good Energy.