<p>Según Duhigg, la gente que triunfa en los negocios piensa deliberadamente en sus hábitos, especialmente en los hábitos que implican fuerza de voluntad. <br />
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Si uno crea y cultiva los hábitos adecuados – ya sea una caminata diaria o limpiar la casilla de correo todos los viernes – lo que en un momento pudo parecer una difícil decisión se convierte en conducta automática que se puede aprovechar para avanzar en la carrera laboral. <br />
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Lo que hay que preguntarse, entonces, es cuáles son los hábitos que a usted le gustaría cultivar. “Es increíble la cantidad de personas”, dice el autor”, que no se disciplinan u organizan sus pensamientos de esta forma”. <br />
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No se puede hablar de una cantidad fija del tiempo que hace falta para desarrollar un hábito. Hay personas biológicamente más preparadas que otras para la formación de hábitos, tanto para los buenos como para los malos. Pero en todos los casos, la clave está en la práctica, afirma. Cada vez que uno realiza una acción habitual, se engrosa el camino neural. La tercera vez es más automática que la primera, y la vez número 21, muchísimo más automática. Cada vez que uno realiza una acción, se va volviendo cada vez más fácil y finalmente uno cruza la línea y la actividad de vuelva automática, se hace casi sin pensar. <br />
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Con respecto a terminar con malos hábitos Duhigg dice que uno siempre puede cambiarlos. Basándose en experimentos que cita, dice que cualquier conducta puede ser cambiada, cualquiera sea la edad de la persona o el arraigo de la acción. Cuando la gente quiere cambiar un hábito es porque desea una nueva conducta; por eso quien esté atascado en el campo de querer un resultado diferente manteniendo la mismo, de seguro va a desilusionarse. <br />
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Una vez que uno lograr desarrollar un hábito diferente, deberá evitar la tentación de volver a las conductas anteriores. “Un hábito no se arranca del todo, sólo se cambia, porque una vez que el camino neural se ha abierto, no se lo puede ignorar completamente”. <br />
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Se puede recitar la receta para el éxito profesional – dormir lo suficiente, hacer ejercicio, desarrollar nuevas habilidades – pero igualmente ejecutarla va a ser difícil. Los hábitos pueden ser una fuerza poderosa para asegurar que uno haga las cosas bien y avance. Esto es válido tanto para la vida como para el mundo del trabajo.</p>
Hábitos que ayudan a triunfar
El secreto del éxito podría estar en desarrollar los hábitos adecuados, dice Charles Duhigg, autor deThe power of Habit: why we do what we do in life and business.