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<p>Si bien el libro presenta soluciones desde el punto de vista gerencial, los principios y realidades que presenta ayudan a cualquiera que se encuentre en situaciòn de trabajar con empleados difíciles. <br />
Es natural decir que alguien es difícil o incluso desequilibrado cuando notamos que su conducta es arisca, especialmente cuando ésta tiende a ser crónica. Pero hay otra consideración. <br />
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A menudo, la gente que etiquetamos como difícil no sabe actuar de otra manera. Debemos pensar en esas personas como que no saben manejar bien la situación que enfrentan. No son mala gente, así como tampoco un mal jugador de fútbol o un mal escritor son malas personas. Tal vez no sepan actuar de otra manera, o cómo manejar una situación específica que les provoca molestia. <br />
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Usemos un ejemplo. Usted acaba de decir a Juan que uno o dos aspectos de su trabajo necesita mejorar. Le explica, amablemente, lo que podría mejorarse y le dice que lo ayudará en el proceso de mejoramiento. Usted cree que ha manejado la situación muy pero muy bien. <br />
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Juan pone un semblante hosco y se queda mudo delante de usted. En la reunión de personal de la semana siguiente Juan, por lo general un activo miembro del equipo, no dice una sola palabra y permanece en su silla con expresión aburrida (es obvio que intencionalmente). Luego, además, usted se entera de que Juan ha hecho comentarios sobre usted entre los demás empleados. <br />
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Esto se podría interpretar de muchas maneras. Juan podría ser un psicótico en evolución, que espera el momento de explotar. O podría estar indignado y decidido a vengarse. Tal vez tenga problemas con las figuras de autoridad porque le recuerdan un padre abusivo. Pero especulaciones de este tipo no van a ayudar a manejar la conducta de Juan. En realidad, hacer eso podría interferir con el manejo efectivo de esta situación. Aquí hay otra forma más constructiva de pensar el episodio.<br />
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¿Es posible que Juan esté molesto por las críticas (aunque bien intencionadas)? ¿Tal vez hayan herido sus sentimientos? Por supuesto que eso es posible. ¿Resuelve eso el problema? No. Pero lo que sí ayuda es ver que Juan puede estar molesto y no saber cómo manejarlo de manera constructiva. Es posible que no sepa cómo expresar ese sentimiento de forma constructiva, o cómo acercarse a usted para hablar sobre su reacción y qué debería hacer. <br />
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Podría ser como el lanzador de bésbol que no sabe lanzar una bola curva. Igualmente tiene que lanzar algo, entonces sigue con lo que sí sabe hacer: expresar sus sentimientos de formas destructivas. Enviar el mensaje de su indignación. Va a comunicar su infelicidad. Y lo hace de la única manera que puede, que no es muy constructiva ni útil. <br />
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Además, aunque parezca que no se lo premia por su conducta, piense otra vez. Actuando como actúa, está focalizando la atención en sí mismo y, más importante, siente que está expresando sus sentimientos de una forma que tiene sentido para él. <br />
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¿Adónde nos lleva esto? Primero, si usted considera a Juan como una persona confundida que no sabe cómo actual, puede ser más positivo y colaborador que si interpreta su conducta como “intencionalmente mala”. Segundo, le ayudará a manejar parte del problema, que consiste en que Juan podría tener que aprender formas más eficaces de expresar sus preocupaciones. <br />
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<strong>Consejos desde el escritorio del gerente.</strong><br />
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<span style="color: #666699"><em>Tenga cuidado con los premios que una persona podría recibir por su mala conducta. La gente a veces encuentra extrañas retribuciones; por ejemplo, cualquier tipo de atención (aunque sea negativa) o que le den trabajos más fáciles debido a su mal desempeño. Asegúrese de que su reacción no se convierta en un premio a la conducta que usted quiere eliminar</em>.<br />
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<em>¿Sabía que un alto porcentaje del conflicto en el trabajo o en el hogar es resultado de un deficiente uso del lenguaje? Es verdad. La buena noticia es que usted puede aprender a modificar su comunicación y lenguaje para mostrarse más colaborador y menos confrontativo. ¿El resultado? Menos – y menos severos — incidentes conflictivos. <br />
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</span><strong><span style="color: #666699">Cuidado<br />
</span></strong><em><span style="color: #666699">Es fácil confundar falta de habilidades sociales o de comunicación por un deseo de hacer daño. Recuerde que alguna gente no sabe actuar de forma más adecuada. </span></em></p>
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Habilidades para manejar empleados difíciles
The Complete Idiot´s Guide To Handling Difficult Employees, escrito por Robert Bacal, está pensado para gente que trabaja con empleados difíciles.