<p>El litigio reside en una táctica llamada “<em>piggybacking</em>” (a babuchas), que permite a anunciantes chicos agarrarse a marcas, lemas o palabras de avisadores grandes, para atraer navegantes a sus páginas web. Si bien Google y otros motores tienen medidas para neutralizar el truco, varios anunciantes sostienen que –a menudo- no surten efecto.</p>
<p>Existen en Estados Unidos y la Unión Europea normas al respecto, pero sus alcances en internet no son claros. Ergo, las tensiones vienen aumentando. Firmas como la cadena hotelera Marriott o American Airlines arguyen que el uso de textos propios, por parte de otras empresas, confunden a la gente y elevan sus costos operativos.</p>
<p>Las quejan se centran en Google porque controla 71,2% de las búsquedas por la Red y, ahora, intenta sacar mayor tajada de “banners” y videos. Por ejemplo, AA ha radicado una demanda en Tejas contra Google por permitir que terceros “se aprovechen de una marca que ha costado ochenta años imponer”.</p>
<p>Por su parte, Marriot International descubrió que términos suyos se empleaban para confundir. Verbigracia, alguien cliqueaba “Marriott Atlanta” para hacer una reserva en un hotel de la cadena y el buscador lo derivaba a “MarriottAtlanta”, un pequeño pero avispado hotelito de la zona.<br />
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Google, los avisos a babuchas y los clientes enojados
El megamotor necesita colocar cada vez más publicidad en línea, debido a una obsesión sectorial: elevar constantemente ingresos. Por a varios anunciantes de relieve los irrita el deficiente contralor de búsquedas auspiciadas.