Basta observar la cantidad de trasnmacciones cerradas, en curso, anunciadas o rumoreados, para plantearse las diferencia entre F&A exitosas y frustráneas. Para eso, hay dos casos emblemáticos, por lo menos hasta el II trimestre de 2005: Procter & Gamble-Gillette y SBC-AT&T.
SBC Communications-American Telephone & Telegraph: A ´rimera vista, esta operación lleva a renovar el liderazgo estadounidense en materia de comunicaciones y su tecnología. Pero la fusión, valuada en US$ 16.000 millones, también genera dudas y deja preguntas sin respuesta. Así lo ven analistas dentro o fuera de Wall Street. A menos que se aventen las incertidumbres, el casamiento arriesga sacrificar ventajas y oportunidades.
Sin embargo, hasta ahora poco se ha hecho para dar explicaciones o brindar proyecciones sobre las perspectivas del nuevo grupo. Particularmente, en lo o tocante a yuxtaposición de redes o incompatibilidad entre servicios, equipos, etc.
Por el contrario, la unión entre Procter & Gamble y Gillette se apoya en una “química” obvia entre líneas de productos masculinos y femeninos. Pero ambas compañías comparten también una cultura de innovación y cooperación, a criterio de expertos en los sectoires que cubren. La entidad emergente representa ingresos anuales por US$ 60.000 millones y más de 200 marcas.
De este total, veinte venden más de mil millones por año. Semejante expansión de presencia en los mercados genea interrogantes sobre el efecto del nuevo conglomerado en otras firmas que fabrican productos de uso final, minoristas y estrategias de marca en general. Por de pronto, son temas que preocupan a grandes cadenas como Wal-Mart y similares, donde el espacio en góndolas es objeto de incesante competencia.
Basta observar la cantidad de trasnmacciones cerradas, en curso, anunciadas o rumoreados, para plantearse las diferencia entre F&A exitosas y frustráneas. Para eso, hay dos casos emblemáticos, por lo menos hasta el II trimestre de 2005: Procter & Gamble-Gillette y SBC-AT&T.
SBC Communications-American Telephone & Telegraph: A ´rimera vista, esta operación lleva a renovar el liderazgo estadounidense en materia de comunicaciones y su tecnología. Pero la fusión, valuada en US$ 16.000 millones, también genera dudas y deja preguntas sin respuesta. Así lo ven analistas dentro o fuera de Wall Street. A menos que se aventen las incertidumbres, el casamiento arriesga sacrificar ventajas y oportunidades.
Sin embargo, hasta ahora poco se ha hecho para dar explicaciones o brindar proyecciones sobre las perspectivas del nuevo grupo. Particularmente, en lo o tocante a yuxtaposición de redes o incompatibilidad entre servicios, equipos, etc.
Por el contrario, la unión entre Procter & Gamble y Gillette se apoya en una “química” obvia entre líneas de productos masculinos y femeninos. Pero ambas compañías comparten también una cultura de innovación y cooperación, a criterio de expertos en los sectoires que cubren. La entidad emergente representa ingresos anuales por US$ 60.000 millones y más de 200 marcas.
De este total, veinte venden más de mil millones por año. Semejante expansión de presencia en los mercados genea interrogantes sobre el efecto del nuevo conglomerado en otras firmas que fabrican productos de uso final, minoristas y estrategias de marca en general. Por de pronto, son temas que preocupan a grandes cadenas como Wal-Mart y similares, donde el espacio en góndolas es objeto de incesante competencia.