viernes, 27 de diciembre de 2024

Experiencias de lujo, un servicio en crecimiento

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Para los ricos y famosos nada es demasiado extravagante. Desde fiestas de cumpleaños infantiles con estrellas de fútbol metiendo goles hasta tomar whisky adentro de un glaciar, nada es imposible si se tiene el dinero para comprarlo.

<p>Hay un mercado para los exc&eacute;ntricos que quieren pilotear un jet por encima de &Aacute;frica o tomar whisky cuyos hielos provengan de glaciares antiqu&iacute;simos, como el Perito Moreno. En el mundo moderno todav&iacute;a existen las aventuras, pero hay que tener dinero para pagarlas.</p>
<p>Aunque los precios son realmente descabellados &ndash;para volar un jet empieza en &pound;5,000- estos servicios se multiplican en ciudades como Londres donde existen empresas de turismo especializadas en ofrecer esta clase de paquetes pensados para ricos y famosos. Red Carpet Enterprises es el nombre de una de ellas pero no la &uacute;nica. Todas comparten una caracter&iacute;stica: son inmunes a la recesi&oacute;n y la crisis.</p>
<p>La marca de lujo Bulgari, por ejemplo, abri&oacute; en Londres un hotel que, dicen sus ejecutivos, es el primero de cinco estrellas en hacerse desde cero en 40 a&ntilde;os. Por &pound;700 la noche se puede disfrutar de lo mejor que el dinero puede comprar. Cerca de all&iacute;, en el barrio de Knightsbridge, The Jet Business abri&oacute; nuevas oficinas. En vez de salas de conferencia decidieron replicar los interiores de los aviones, para poder mostrar r&aacute;pidamente c&oacute;mo es la experiencia de volar para el 1% m&aacute;s rico.</p>
<p>En Hyde Park se venden casas cercanas a los &pound;140 millones que incluyen, no solo grifer&iacute;a de oro como se esperar&iacute;a en estos lugares, sino tambi&eacute;n personal de seguridad con herramientas de alta tecnolog&iacute;a desarrolladas por SAS.</p>
<p>La oferta existe porque hay consumidores con el dinero para pagar estos bienes y servicios. Un estudio del RBC Wealth Management estim&oacute; que la poblaci&oacute;n de millonarios es de 11 millones. En el medio de la crisis son el grupo que menos sinti&oacute; la recesi&oacute;n: sus activos cayeron solo 2% en total en estos a&ntilde;os. La &uacute;nica sorpresa del informe es que, por primera vez, los multimillonarios asi&aacute;ticos superaron en n&uacute;mero a sus pares estadounidenses.</p>
<p>La demanda de productos y servicios de lujo, por lo tanto, no se enfriar&aacute;. Un estudio de mercado encargado a Boston Consulting Group predijo que el gasto en yates, ropa de dise&ntilde;adores y safaris crecer&aacute; a &pound;1.000 millones este a&ntilde;o. Lo &uacute;nico que ha cambiado es que los ricos y famosos ahora prefieren gastar m&aacute;s en una experiencia que en bienes materiales: se gastaron m&aacute;s de &pound;900 millones en paquetes de vacaciones de lujo.</p>
<p>La cadena de hoteles Sofitel, a cargo del grupo Accor, experiment&oacute; un rebranding en los &uacute;ltimos a&ntilde;os como consecuencia de este cambio. De un hotel de 3 estrelladas pensado para el turista gasolero se convirti&oacute; en una residencia de lujo que, en lugares como el desierto de Nubia, logra recrear la experiencia de viaje en el Nilo que supo evocar Agatha Christie en sus novelas. Los clientes que atrae, por supuesto, no buscan una experiencia cl&aacute;sica sino todo lo contrario.</p>
<p>Detr&aacute;s de empresas como Red Carpet hay una sola idea: &ldquo;Si no es ilegal o f&iacute;sicamente imposible, podemos hacerlo&rdquo;. As&iacute; la empresa ha organizado fiestas en lugares ex&oacute;ticos o lanzado cohetes en el norte de Suecia. De la misma manera piensan en The Jet Business, donde un avi&oacute;n puede costar entre US$ 18 a US$ 80 millones. Coinciden, ambos, que hacer negocios al tope de la pir&aacute;mide es extremadamente lucrativo.</p>
<p>Esto es especialmente cierto en pa&iacute;ses emergentes. En China, por ejemplo, la demanda de bienes de lujo creci&oacute; 800% desde 2003 aunque solo hay 150 ejecutivos registrados comparados con 450 en Inglaterra y 11.000 en Estados Unidos. Para ellos nada es suficiente; tienen el dinero para pagarlo.</p>
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