<p>Las empresas chinas tienen diversos motivos para adquirir entidades extranjeras. Cada vez más los acuerdos ya no buscan tanto comprar materias primas y recursos naturales, sino que el objetivo es incorporar activos estratégicos en un amplio espectro de industrias y geografías. </p><p>Aunque las empresas chinas no se expandieron en el extranjeros a la velocidad que esperaba la comunidad empresaria global, hay señales que sugieren que esa expansión ya comenzó: en el primer trimestre de 2008, anunciaron inversión extranjera directa por valor de casi US$ 26.000 millones (uno 182.000 millones de renminbi), casi el doble de lo que invirtieron en el mismo período el año pasado. </p><p>Esas empresas están en buena posición para hacer impacto en el mercado global de fusiones y adquisiciones (F&A). En el mismo momento en que la valuación de sus contrapartes extranjeras está cayendo a causa de la confusión en la economía mundial y los mercados de capitales internacionales, muchas de ellas están sentadas sobre grandes cantidades de dinero acumulado durante los últimos años de crecimiento. Otras están aprovechando la combinación de altos niveles de liquidez interna con ajustes globales en la tasa de intercambio, apoyo político a la expansión en el exterior y la necesidad de acceso a materias primas y nuevos mercados. </p><p>Eso llama la atención en muchos países occidentales, donde la incertidumbre en cuanto a de dónde va a proceder el capital y el temor a la interferencia política en negocios estratégicamente importantes están generando mucha oposición a lo que de otra forma serían sólidos emprendimientos empresariales. También hay preocupación sobre si algunos de estos acuerdos extranjeros crearán valor para los inversionistas. </p><p>Para desarrollar una clara comprensión de las estrategias de globalización de las empresas chinas, McKinsey evaluó todos los acuerdos transnacionales desde 1995 a 2007 y analizó en detalle algunas de las grandes fusiones y adquisiciones más recientes. Descubrieron que las empresas tienen diversos motivos para adquirir extranjeras y que no todas las adquisiciones están orientadas a crear valor para los accionistas. En realidad, pocas lo hicieron, al menos en el corto plazo. </p><p><strong>Una explosión de F&A</strong></p><p>El fenómeno de adquirir activos extranjeros es relativamente nuevo. En 2003, la inversión extranjera directa – en crecimiento orgánico y en fusione – sólo ascendía a US$ 2.900 millones. Desde entonces, esa cifra se decuplicó, a 0,8% del PBI en 2007. Algunas megaoperaciones (con un capital combinado de más de US$ 1.000 millones a valor de mercado) llamaron la atención del mundo. </p><p><strong>Dónde están los negocios</strong> </p><p>Antes, China buscaba de comprar empresas extranjeras principalmente en Asia, excepto cuando necesitaba adquirir recursos naturales como metales, petróleo y gas, que buscaba en cualquier parte del mundo. Esta doble mira es comprensible dada la geografía de China (tiene pocos recursos) y su necesidad de obtener minerales y energía.</p><p>Más recientemente, grandes empresas han buscado más activamente crecer y tener presencia global. Anunciaron acuerdos en todas las geografías y en todos los sectores industriales. Muchos de esos acuerdos eran primeros en su tipo para las compañías involucradas, y muchos son pequeños y con objetivos precisos, como entrar a determinado mercado. Algunas compañías, sin habilidad suficiente para las transacciones transnacionales ni la experiencia para maximizar el valor de otras más grandes, parecen alérgicas al riesgo. No es casual que la consolidación industrial interna todavía sigue siendo digitada por el gobierno, Por lo general, esos acuerdos son muy complejos. </p><p>Con todo, se espera que aumente el tamaño y el número de los acuerdos transnacionales a medida que las empresas chinas vayan adquiriendo las capacidades que necesitan para identificar, captar y conservar valor. <br /></p>
<p><strong>Las estrategias</strong></p>
<p>Al principio las transacciones se proponían primeramente asegurarse acceso a la provisión de materias primas críticas. 'Esa sigue siendo la estrategia más importante para que las empresas que operan con metales y energía hagan compras en lugares con muchos recursos como Asia Central y Africa. Plantea, sin embargo, algunos interrogantes para los inversores en esas empresas. La teoría financiera sugiere que aunque puede ser beneficioso para el país del adquirente obtener recursos naturales, no necesariamente es bueno para sus accionistas. Todavía el tamaño de la muestra es demasiado pequeño para extraer conclusiones generales. Algunas de estas compras para disponer de recursos crean valor para los accionistas y otros no. </p>
<p>Acuerdos transnacionales más recientes, fuera del sector recursos naturales, han ido siento cada vez más estratégicos. La compra de Lenovo por EBM, por ejemplo, se propone ayudar a las empresas chinas a globalizarse. Otras compañías salen al exterior a mejorar sus capacidades operativas; las automotrices, por ejemplo, compraron marcas y tecnología a agobiadas compañías británicas y las usaron para lanzar marcas en China. Por ejemplo, la marca Roewe de Shanghai Automotive Industry Corporation (SAIC), basada en tecnología de Rover. Otras empresas de manufactura compraron negocios extranjeros para ganar acceso a nuevos mercados y así crecer, o para bajar costos globalizando la cadena de suministro y consolidar la fabricación en instalaciones de gran escala en China.</p>
<p>Los bancos y las empresas de seguros usaron sus inversiones en instituciones financieras extranjeras para diversificar sus carteras de productos y ganar acceso a habilidades de manejo de riesgo, calificación de crédito y otras capacidades.</p>
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