Entender a la generación milenaria

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¿Podría ser que los marketineros al borde de la jubilación no
entienden la conducta mediática de los chicos milenarios? ¿Y podría ser,
también, que despilfarran dinero sólo porque se niegan a adaptarse a
los cambios de hábitos?

Esa es la opinión que desarrolla Bonnie Fuller en la última edición de Advertising Age.  Allí dice que los marketineros deberían estar frotándose las manos con un mercado de 105 millones de jóvenes pertenecientes a la generación del milenio. Es la generación de los que nacieron entre 1982 y 2004, tan numerosa que es la primera en superar por tamaño a la famosa de los baby boomers nacidos en la posguerra. Eso mueve a la autora a preguntarse por qué tantos profesionales del marketing – muchos de ellos con más de 50 años – no están aprovechando la oportunidad y por qué están tan convencidos de que los métodos y los medios que vienen usando desde hace por lo menos treinta años seguirán produciendo los mismos resultados con esta generación tecnológica tan diferente de las anteriores.

Estos profesionales del marketing deben comenzar por aceptar que el inmenso mercado de jóvenes que tienen a su disposición ya no se enloquecen con un aviso a dos páginas en una revista y que tampoco recurren como sus padres o abuelos a las revistas para buscar ideas de moda o de belleza. Tampoco es seguro que se sienten todos los días a determinada hora frente al televisor para mirar un programa de televisión. En muchos casos no les interesa la televisión.

Los “milenarios” pasan una increíble cantidad de horas  online: 59& en el teléfono 35% en la tableta y 7’% en la laptop. Desde 2011 en adelante, 91% de los milenarios son usuarios regulares de Internet, según Forrester Research.

“Los marketineros siguen mirando los medios digitales como un lugar para usar publicidad de respuesta directa. No los ven como un lugar para generar conciencia de marca, dice la especialista. “Continúa la creencia de que los medios tradicionales deben seguir siendo una parte importante del presupuesto publicitario.  Y la televisión sigue recibiendo la parte del león aun cuando el número de televidentes cae y la audiencia se fragmenta más que nunca”.

Y lo que es peor, estos maduros profesionales del marketing ceden todas las decisiones de publicidad digital a agencias digitales contratadas y esas agencias gastan la mayor parte del presupuesto en publicidad en la red. Muy pocas veces dedican sus esfuerzos a desarrollar interesantes campañas de marca para sitios web específicos.

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