<p>La ética es un campo muy complejo que suele generar confusiones. Porque hay diversas corrientes en el saber ético y porque a veces se la identifica con otras zonas del saber, como la teología, por ejemplo. Un buen punto de partida, dicen los investigadores del MIT, es comenzar diciendo que no todo valor es necesariamente bueno. </p>
<p>Cualquier tipo de decisión, sea cual sea, lleva implícito un valor positivo o negativo. Toda actividad es realizada con un fin. En la empresa, cuando se compran o venden acciones, cuando se contrata o se rechaza a una persona. Ambas decisiones se toman luego de un análisis y de una valoración de ese resultado buscado. </p>
<p>Este tipo de valoraciones pasa a formar parte de la ética de las organizaciones que se desarrolló durante toda la era postindustrial. En esta ética siempre existe un componente social que ejerce presión sobre las compañías. Por eso, las decisiones que se toman dentro de la empresa tienen repercusiones dentro y fuera de ella. A veces, positivas. Otras veces, problemáticas. </p>
<p>La revista MIT Sloan Management Review acaba de publicar un trabajo en el que se presenta un marco o entorno diseñado para explorar los valores implícitos en las decisiones. La intención del mismo es facilitar la identificación y evaluación de dichos valores mejorando las decisiones en el entorno empresarial. </p>
<p>Este marco permite a toda una empresa en conjunto, y a sus miembros, moverse entre las decisiones más concretas y puntuales hasta los valores de mayor nivel. La idea fundamental es emplear técnicas de cartografiado de decisiones, que en función del nivel ético en el que nos movamos y de la ganancia que parece que podríamos obtener, ayuda en la toma de decisiones. A su vez, amplia las posibles elecciones y motiva una visión más equilibrada de las consecuencias positivas y negativas. </p>
<p>Con esta estructura valorativa, se intentan evitar las ocasiones en la que los empleados de una corporación pueden llegar a dar el visto bueno a acciones éticamente negativas, pero no porque ellos lo deseen si no por otros motivos. Las razones de esto pueden ser: la primera podría ser que los valores de la organización en la que se encuentra son difusos para ellos, la segunda posibilidad es que no tuviesen claro sus propios valores, la tercera tiene que ver con que la interpretación, que podría favorecer a las opciones preferidas a priori, o que piensen que tienen las manos atadas, al no ver otras opciones. </p>
<p>Estas posibilidades necesitan ser tenidas en cuenta en la gestión de la toma de decisiones de las corporaciones. Por ello, en este trabajo se aportan los mecanismos precisos para crear una cultura en cada empresa que integre los valores de la misma en las personas que tengan que realizar labores de decisión </p>
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En la empresa, decisión + ética = mejor resultado
Un método desarrollado en el MIT usó técnicas de cartografiado para estudiar las decisiones en la empresa, lo que buscan y sus resultados en función del nivel ético imperante en la cultura.