lunes, 25 de noviembre de 2024

Empresas familiares: crecer, sobrevivir o desaparecer

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El concepto de empresa familiar suele asociarse con el de pequeñas firmas, administradas con poca profesionalidad. Pero, ¿cuántas empresas familiares son líderes de cada uno de los sectores de la economía? En cada una de las actividades extractivas, manufactureras, comerciales o de servicios, se advierte que las empresas familiares tienen un papel relevante.

Para empezar, &eacute;stas son las unidades econ&oacute;micas m&aacute;s antiguas del mundo. Nacieron miles de a&ntilde;os atr&aacute;s. Fue reci&eacute;n despu&eacute;s de la revoluci&oacute;n industrial del siglo XVIII, con la aparici&oacute;n del <em>capitalista empresario</em> que comenz&oacute; a ceder la importancia relativa de la empresa familiar. <br />
Pero a partir del fin de la Segunda Guerra y hasta ahora, han sido las empresas familiares las responsables de pr&aacute;cticamente todos los <em>milagros econ&oacute;micos</em>. <br />
Hay que destacar, particularmente, su papel en el surgimiento y desarrollo de Jap&oacute;n y de los <em>tigres del Pac&iacute;fico</em>, donde las empresas familiares generan casi 90% del Producto Bruto. <br />
En la Argentina, las empresas familiares representan alrededor de 75% de las unidades econ&oacute;micas, aportan 70% de los puestos de trabajo en la actividad privada y controlan 95% de la comercializaci&oacute;n. Estas cifras son mayores en Estados Unidos y en Europa. <br />
El empresario de familia genera, y en muchos casos contin&uacute;a, una empresa propia como la expresi&oacute;n de un sue&ntilde;o de vida. <br />
La empresa familiar no es m&aacute;s que la administraci&oacute;n eficiente del tiempo puesto a su disposici&oacute;n, es una unidad de negocio con un objetivo de lucro y, adem&aacute;s, con una vocaci&oacute;n de trascendencia impresa por su fundador. <br />
Las conexiones familia-negocio, no hacen otra cosa que exacerbar los lazos familiares poniendo juntos dinero, poder, oportunidad y fuerza, por encima de las relaciones familiares. <br />
As&iacute;, las tensiones crecen y los egos estallan. Los<em> best sellers</em> literarios y televisivos son p&aacute;lidos reflejos de la realidad. <br />
Para las empresas familiares no interesa su tama&ntilde;o relativo, sino su componente familiar. <br />
Para estos seres vivos que nacen y evolucionan, su mayor desaf&iacute;o es trascender, seguir en el tiempo, generaci&oacute;n tras generaci&oacute;n. <br />
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<strong>C&oacute;mo nacen </strong><br />
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Los fundadores de empresas son comandos del circuito econ&oacute;mico. Batallan en todo tipo de terrenos: subsuelos, garages, peque&ntilde;os patios o alguna sala o sal&oacute;n alquilado, e incluso en camiones. Estos fundadores son personas que no van a trabajar desde grandes oficinas centrales, o siguiendo los lineamientos de manuales de procedimiento. No podr&iacute;an hacerlo aun cuando trataran, porque la mayor parte de su tiempo est&aacute; dedicada a luchar para sobrevivir a los riesgos. <br />
Se mantienen gracias a la tenacidad y, fundamentalmente, a la capacidad de enfrentar y vencer los peligros. Es por ello que el mundo cree que son rudos y duros. <br />
Esta manera de enfrentar los problemas es lo que el empresario llamar&aacute; <em>supervivencia</em>, pero con libertad y autonom&iacute;a. Hay que prestar atenci&oacute;n a estos per&iacute;odos iniciales, porque es as&iacute; c&oacute;mo unos pocos de los <em>protoempresarios </em>se convierten en empresarios. <br />
Estos empresarios exitosos son algunos de los m&aacute;s capaces, talentosos, generosos y eficaces personajes de la sociedad. A pesar de eso, muchas veces, estos negocios o empresas no sobreviven a sus fundadores, y vale la pena preguntarse por qu&eacute;.<br />
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<strong>Los problemas m&aacute;s importantes </strong><br />
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Siete de cada diez empresas familiares desaparecen en cada generaci&oacute;n. Y la causa es siempre la misma: disenso interno. Dentro de esta categor&iacute;a los problemas m&aacute;s reiterados, importantes y prioritarios son: <br />
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– perder percepci&oacute;n de la necesidad de crecer, que es la &uacute;nica manera de preparar la oportunidad para los hijos; <br />
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– no poder trabajar en equipo y desarrollar personal gerencial calificado y profesional (lo que no atenta contra la calidad familiar de la empresa); <br />
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– no ser capaces de aceptar que los conflictos de la empresa deben ser negociados a trav&eacute;s del manejo de los estilos personales, aceptando realidades y diferencias, pero tambi&eacute;n definiendo a priori pol&iacute;ticas que dejen clara la forma de solucionarlos; <br />
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– creer que no se debe (o puede) planificar la sucesi&oacute;n. Sin embargo, ninguno de los empresarios es una divinidad que ha de vivir para siempre. La incorporaci&oacute;n de los hijos es algo que el empresario debe impulsar. <br />
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Aquello que no sea organizado a priori encontrar&aacute; a la familia en la peor de las incomodidades en un momento de alta debilidad, porque la retenci&oacute;n de poder por parte del empresario hace que su desaparici&oacute;n impida formar, planificar y poner en marcha su sucesi&oacute;n de manera org&aacute;nica.

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