Elon Musk tuitea que”está estudiando la posibilidad de privatizar a Tesla a US$ 420 la acción y confinanciamiento asegurado”.
La Securities and Exchange Commission (SEC) no pierde un minuto en declarar que investigará si el tweet es veraz. También analizarán por qué el jefe de la automotriz eligió Twitter para hacer el anuncio y no un canal oficial.
Pero gracias a un revuelo anterior también de redes sociales Musk parece estar a salvo con el uso que le da a Internet. Ese revuelo lo causó el CEO de Netflix, Reed Hasting, quien posteó en su página de Facebook que las cifras de usuarios habían superado las metas prefijadas. Según la reglamentación norteamericana de Fair Disclosure las empresas deben distribuir material informativo en una forma diseñada para que dicha información llegue al público general de manera amplia y no exclusiva.
El caso Hastings obligó a la Securities and Exchange Commission ca clarificar la posición acerca de que el posteo de la red social por sí solo no es suficiente a menos que con anterioridad se haya pedido a los inversores que esperaran el anuncia en la web. Entonces Tesla previamente había dicho que la cuenta de Musk en Twitter puede usarse para diseminar información de la compañía.
El riesgo que corre Musk es que esté mintiendo. Que no esté siendo serio o, aunque lo esté, no tenga el financiamiento asegurado. Entonces, podría verse envuelto en juicios legales por emitir un material con declaraciones falsas. En este punto podría estar en dificultades. Los bancos que normalmente aportan financiamientos para una compra grande – US$ 70.000 millones – dicen que no tienen conocimiento de un intento de asegurar semejante cantidad de dinero.
Es difícil prever a dónde va a llevar esta controversia. Lo que está claro, sin embargo, es que Musk, un pionero inconformista, hizo trastabillar al establishment con su movida. Y lo que les molesta es su elección de Twitter.
La información de mercado no se difunde de sa forma. Eso es lo que molesta. Un acontecimiento tan importante debería ser comunicado primero a los inversionistas.
La furia de los accionistas tal vez sea una prueba de que Musk hace bien en volver a llevar a Tesla al plano privado, lejos de abogados y reguladores con sus formalismos y sus procesos burocráticos.
Musk optó por poner primero a las personas que más le interesan: sus 22 millones de seguidores en Twitter. Les habló directamente con palabras simples y directas.
Que haya elegido Twitter para una noticia tan importante muestra cómo está cambiando Internet y en lo que se puede convertir. Originalmente definida como un medio para todos, donde todos tenían voz, Twitter ahora está cambiando y se está convirtiendo en fuente de noticias para figuras famosas, empresariales y políticas.
Sigue aportando las grandes tendencias en conversaciones pero cada vez más es un medio que eligen aquellos con voz más fuerte, lo que quiere decir aquellos con las audiencias más grandes, o sea con los perfiles más altos. Se mantiene la persona común, pero domina la persona que es alguien. Twitter les permite evitar los medios tradicionales, no tener que lidiar con periodistas y, en el caso de Musk, con funcionarios y abogados. Pueden decir lo que quieren, cuando quieren y aquien desean llegar.
El archi exponente del uso de Twitter para evitar a los medios tradicionales es Donald Trump. Al principio se decía que sus tweets eran el equivalente de sus gritos y disparos, en coincidencia con su estilo agresivo de hacer política.
Es todo es más sutil y más complejo que eso. ¿Por qué tuiteaba en horas tan raras, en el medio de la noche, cuando el resto del país dormía?
is cavalier nuttiness. Era calculado: llegar al mundo antes que los titulares de los diarios, que él odia, tuvieran sus reuniones editoriales de la mañana. Era él el que fijaba la agenda y no al revés.
En el mundo de los negocios hay muchos personajes coloridos y de alto perfil enganchados a Twitter. Pero el cambio podría decirse que se produjo cuando Lloyd Blankfein, entonces jefe de Goldman Sachs, tuitear regularmente.
Blankfein provenía de un banco de inversión conservador donde las declaraciones públicas eran analizadas minuciosamente antes de ser emitidas. Eran, además, redactadas en términos técnicos y legales, por una comisión más que por un individuo. Nadie hablaba así. Los tweets permitieron a Blankfein usar su propia voz, hablar en lenguaje común, de todos los días para ser bien comprendido. Le dio personalidad. Hoy, un requisito para ser un moderno CEO o presidente de directorio es tuitear con confianza y en forma coherente. Esto no es fácil para muchos, que aprendieron mientras ascendían por la escalera gerencial a mantener agachada la cabeza y no decir nada en público, al menos sin tener la debida luz verde. Deben evitar ser triviales y demasiado “profesionales”.Musk, al usar Twitter como lo hace, vuelve a ser innovador, les muestra a los demás cómo se hace, finaliza Chris Blackhurst en The Independent.