<p>Partiendo de hechos conocidos, como que el teletrabajo implica una manera diferente de relacionarse con la empresa y gestionar la carrera profesional y que además altera otras parcelas humanas, como son la del espacio en la casa, la de la relación familiar y la del tiempo de ocio, insiste en que el éxito o el fracaso de esta experiencia depende de la habilidad de cada teletrabajador para adaptarte a los cambios y superarse personal y profesionalmente. </p>
<p>Para tener éxito, sostiene Ortiz Chaparro, lo primero que tiene que hacer el aspirante a teletrabajador es examinarse a sí mismo y a sus circunstancias vitales. Qué cualidades de las que se suelen considerar adecuadas para teletrabajar tiene, y cuáles no tiene, cuál es su entorno familiar y físico, cuáles son sus aspiraciones a corto, medio o largo plazo, qué posibilidades ve de alcanzarlas. Y cuáles son sus puntos débiles con los que deberá luchar para no fracasar en la experiencia. </p>
<p>Una vez tomada la decisión, deberá esperarse para evitar el aislamiento, tal vez creando y manteniendo redes de apoyo social. Organizar y gestionar el tiempo (priorizar y controlar los "ladrones" del tiempo). <br />
Con respecto a esto último, dice, deberá centrarse en las cosas que más importan y relegar, e incluso no hacer, las que menos importan. Y esto tanto en las cuestiones que se refieren a la vida laboral como a la vida personal de cada uno. Lo que resulta vital para un teletrabajador, que va a prescindir de las fronteras entre ambos tipos de vida que le marcaba antes la ida al lugar de trabajo. </p>
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El teletrabajo es bueno, pero hay que aprender a manejarlo
En su blog trabajo y empleo, el prof. Francisco Ortiz Chaparro afirma que el teletrabajo hace un gran aporte al bienestar de los ciudadanos, especialmente en los países en vías de desarrollo. Pero da consejos para que la experiencia no fracase.