Las mujeres ahora disponen de más dinero propio y lo administran, y sin embargo, los bancos privados y los administradores de fondos parecen no estar registrando este hecho.
Las investigaciones muestran que las mujeres tienen menos acceso a las oportunidades de inversiones minoristas que sus colegas varones. Las estadísticas también revelan que la división de género sigue fuerte entre los inversores institucionales.
Según el Center for Economics and Business Research casi 53% de los millonarios de Gran Bretaña serán mujeres para 2025, pero sus asesores dicen que las mujeres encuentran hostil el sector, además de lleno de jerga.
Los administradores de fondos no están acostumbrados a tener clientes del sexo femenino, cuyas necesidades pueden ser diferentes, dice Charlotte Ransom, CEO de Netwealth. “Por lo general, las mujeres son demasiado cautelosas con sus inversiones, pues no les gusta correr riesgos y no tienen mucha confianza. Eso suele provocar que se las trate con cierta condescendencia y que por consiguiente se sientan alienadas.
“The Financial Power of Women”, un informe que publica este año Fidelity International, dice que con frecuencia las mujeres no se sienten seguras tomando decisiones financieras sobre ahorros, inversiones y seguros porque tienen que no entienden lo suficientes los productos financieros. Cuando toman una decisión, lo normal es que sea una decisión cautelosa.
Poco a poco esta actitud está cambiando. Se está produciendo un cambio en la actitud hacia las mujeres y con él se adaptan los servicios a ese nicho de clientes.
