<p>Es fundamental, dice el ensayista, que aprendan a manejar mejor el tema de las relaciones públicas. Siempre hay problemas que aclarar antes que aparezcan detractores a divulgar lo mismo, pero con otros intereses. </p>
<p>Lo que está en juego es mucho más que la imagen personal del CEO. El ojo público sigue de cerca el accionar de las empresas y, cuando algo negativo ocurre, sería muy bueno que saliera la cabeza responsable a explicar todos los detalles necesarios para que la gente comprenda el percance. </p>
<p>El problema tiene raíces profundas. Muchos ejecutivos no tienen habilidades para comunicarse con los medios, y tampoco les gusta hacerlo. Como no alcanzan a comprender la importancia de la tarea – comunicar el accionar de la empresa ante un mundo de legos – terminan poniendo a la persona equivocada para manejar la función de relaciones públicas. Tampoco se preocupan por tener un aceitado mecanismo de información interna sobre lo que se da a conocer, combinado con un buen software de monitoreo de las informaciones. Por éstas y otras razones, muchos CEO terminan en las garras de adversarios más hábiles para influir en los medios. Gente que, por lo general, sabe aprovechar la explosión de los videos de YouTube, los weblogs, y los buscadores. </p>
<p>Holstein da algunas sugerencias para mejorar este aspecto:</p>
<p><strong>Integrar las comunicaciones con la estrategia</strong>. Como hoy se forman rápidamente coaliciones de críticos, que se comunican en tiempo real a través de Internet, las comunicaciones ya no pueden ser más una actividad secundaria. Los directorios van a tener que evaluar el estilo comunicacional de un CEO y su eficacia. </p>
<p><strong>Tomar control de la historia</strong>. Un CEO debe ir a la ofensiva con su mensaje. En el ámbito personal, deben relacionarse con organizaciones nuevas y con los reporteros que cubren esas compañías. Los mejores serán los que puedan definir la historia creando un conjunto de temas que llamen la atención de la la prensa. </p>
<p><strong>Adoptar comunicaciones electrónicas</strong>. Blogs, sitios Web, sitios de redes sociales y buscadores. Todo eso tiene mucha importancia para las empresas porque son canales que les pueden hacer perder el control de la información corporativa y sobre las marcas de la compañía. La gran mayoría de los CEO de hoy hicieron su carrera con anterioridad al desarrollo de todas estas cosas y tienen terror de los rumores que corren por Internet. </p>
<p>¿Qué debe hacer el CEO, entonces? Obtener alertas tempranas sobre la actividad online en todo el mundo. Esto quiere decir mirar blogs y sitios sociales y ponerle oído a los rumores. Con los blogs, prudencia. No todos sirven para eso. </p>
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El manejo de las relaciones públicas
¿Por qué no hay más CEO dispuestos a tratar con los medios? Si no tuvieran tanto miedo a hablar con la prensa, el público tendría mejor imagen no sólo de ellos sino de las empresas que dirigen, afirma William J. Holstein en Strategy & Business.