El general en el marketing

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En la edición revisada y actualizada de Marketing de Guerra, Jack Trout & Al Ries, insisten con su teoría. El marketing de guerra seguirá imperando en los próximos años. ¿Cuáles son los atributos que debe reunir un líder?

Realmente son muy pocos, igual que en un ejército, los hombres de empresa que motiven e inspiren a sus tropas y logren éxitos notables.

Algunos hay. Bill Gates, de Microsoft; Lee Iacocca, cuando estaba en Chrysler. Más cerca, Josep Ferrer, de Freixenet; Isidoro Alvarez, de El Corte Inglés; Bernat, de Chupa Chups. Todos ellos implicados directamente en el marketing de sus empresas.

Son pocos. El mundo actual clama por más mariscales de campo, más hombres y mujeres con capacidad para hacer crecer sus cifras de negocio. Sobran los que buscan resultados reduciendo costos, inversión o personal.

¿Qué cualidades debe tener un general de marketing?

Un general de marketing debe ser flexible

Debe ajustar la estrategia a la realidad de la situación y no lo contrario. Tiene que adaptarse a las circunstancias y no intentar que las circunstancias se adapten a sus planes. Si las circunstancias cambian, él debe de cambiar. Una actitud obstinada e inflexible es signo de debilidad, no de fuerza.

Un buen general no tiene prejuicios, considera todas las alternativas y escucha todas las opiniones posibles antes de tomar una decisión.

Un general de marketing debe tener valor mental

Un general debe tener coraje. Pero la diferencia entre los buenos generales y los mediocres es el tipo de valor. Se trata de tener valor mental, no físico. Valor para aceptar enfoques diferentes, tanto los propuestos por sus superiores como por sus subordinados. El acto fundamental de valor no es morir por la empresa. Es hacer que la empresa viva sana aunque para ello haya que aceptar que se ha equivocado y haya que corregir.

Un general de marketing debe ser intrépido

Cuando la ocasión es oportuna, hay que actuar rápido y de forma decidida. Lamentablemente, a medida que se asciende por la escalera del éxito, la precaución hace que se pierdan oportunidades.

Un general de marketing debe conocer los hechos

Los generales suelen generalizar. Pero un buen general establece su estrategia después de recorrer el campo de batalla.

Un general de marketing debe conocer las reglas

Para jugar bien un deporte, primero hay que aprenderse las reglas, y luego, hay que olvidarlas. Es decir, hay que saber jugar bien sin pensar en las reglas.

Un buen general de marketing debe aprender primero los principios del Marketing de Guerra y luego decidir sin estar pensando constantemente en ellos. Debe conocer las reglas tan bien, que pueda olvidarlas para concentrarse en sus oponentes. Nada es tan importante hoy como una buena estrategia competitiva.

Un general de marketing precisa buena suerte

La suerte juega un papel fundamental, tanto en la guerra militar como en la del marketing.

Así como una lluvia inoportuna puede complicar un plan de ataque, una circunstancia inesperada puede arruinar un negocio. Claro que cuando se ha preparado bien un trabajo, la suerte suele acompañar.

Realmente son muy pocos, igual que en un ejército, los hombres de empresa que motiven e inspiren a sus tropas y logren éxitos notables.

Algunos hay. Bill Gates, de Microsoft; Lee Iacocca, cuando estaba en Chrysler. Más cerca, Josep Ferrer, de Freixenet; Isidoro Alvarez, de El Corte Inglés; Bernat, de Chupa Chups. Todos ellos implicados directamente en el marketing de sus empresas.

Son pocos. El mundo actual clama por más mariscales de campo, más hombres y mujeres con capacidad para hacer crecer sus cifras de negocio. Sobran los que buscan resultados reduciendo costos, inversión o personal.

¿Qué cualidades debe tener un general de marketing?

Un general de marketing debe ser flexible

Debe ajustar la estrategia a la realidad de la situación y no lo contrario. Tiene que adaptarse a las circunstancias y no intentar que las circunstancias se adapten a sus planes. Si las circunstancias cambian, él debe de cambiar. Una actitud obstinada e inflexible es signo de debilidad, no de fuerza.

Un buen general no tiene prejuicios, considera todas las alternativas y escucha todas las opiniones posibles antes de tomar una decisión.

Un general de marketing debe tener valor mental

Un general debe tener coraje. Pero la diferencia entre los buenos generales y los mediocres es el tipo de valor. Se trata de tener valor mental, no físico. Valor para aceptar enfoques diferentes, tanto los propuestos por sus superiores como por sus subordinados. El acto fundamental de valor no es morir por la empresa. Es hacer que la empresa viva sana aunque para ello haya que aceptar que se ha equivocado y haya que corregir.

Un general de marketing debe ser intrépido

Cuando la ocasión es oportuna, hay que actuar rápido y de forma decidida. Lamentablemente, a medida que se asciende por la escalera del éxito, la precaución hace que se pierdan oportunidades.

Un general de marketing debe conocer los hechos

Los generales suelen generalizar. Pero un buen general establece su estrategia después de recorrer el campo de batalla.

Un general de marketing debe conocer las reglas

Para jugar bien un deporte, primero hay que aprenderse las reglas, y luego, hay que olvidarlas. Es decir, hay que saber jugar bien sin pensar en las reglas.

Un buen general de marketing debe aprender primero los principios del Marketing de Guerra y luego decidir sin estar pensando constantemente en ellos. Debe conocer las reglas tan bien, que pueda olvidarlas para concentrarse en sus oponentes. Nada es tan importante hoy como una buena estrategia competitiva.

Un general de marketing precisa buena suerte

La suerte juega un papel fundamental, tanto en la guerra militar como en la del marketing.

Así como una lluvia inoportuna puede complicar un plan de ataque, una circunstancia inesperada puede arruinar un negocio. Claro que cuando se ha preparado bien un trabajo, la suerte suele acompañar.

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