<p><em>Por Patricio Cavalli</em><br />
Tango 01 en ruta sobre el Mar del Japón, jueves por la tarde, hora del meridiano 38. Anochece, sala presidencial. <br />
– Presidenta CFK: “Pero no entiendo, ¿no quedamos que todo lo que yo dijera e hiciera iría ahora a primera plana?<br />
– Equipo de gestión publicitaria presidencial, Tortoló Publicidad: “Si, señora, claro, eso dijimos”. <br />
– Pero entonces, pero entonces… ¿qué pasó?<br />
– Bueno, recuerda lo que le dijimos de contratar a Diego como portavoz, no?<br />
– Me dijeron chicos que era muy buena idea, muy buena idea y me acuerdo cuando se me ocurrió, estaba cortando los malvones y escuché esa vocecita que me dice ‘Cristina hacé esto, Cristina decí lo otro…’<br />
– (por lo bajo, a la secretaria de cuentas de la agencia)… esa vocecita dice Crishtina, jeje…<br />
– ¿Cómo dice?<br />
– No, nada señora, decíamos que sí, que fue buena idea…<br />
– ¿Entonces? No en-tien-do lo que pasa… no en-tien-do<br />
– Pero también le dijimos que Diego es un poco…inestable, es como, como…<br />
– ¿Una cartera Louis Vuitton?<br />
– ehh… si, pero no, digamos que más como la pólvora, inestable y explosivo…<br />
– ¿Y entonces?<br />
– Bueno, usted… ehh usted recuerda que le dimos a Diego una misión muy específica…<br />
– Sí, mi favorita, hablar mal de los periodistas, desacreditar en el inconsciente colectivo, como le diría Jung, la noción de que los periodistas son seres dignos de respeto, que son profesionales creíbles y si se puede, inclusive que son seres humanos…<br />
– Sí, señora, exacto<br />
– ¿Y en-ton-ces?<br />
– Bueno, digamos que Diegooooooo… Diego se…, un poco, medio que se… digamos, se extralimitó. <br />
– Se drogó de nuevo…<br />
– No, no exactamente señora, simplemente quiso ser más eficaz, darles a los periodistas una buena paliza… digamos que pecó de eficiente, de más papista que el Papa. <br />
– O sea …<br />
– Se fue de mambo, señora. Le dijimos el día que usted habló en la AFA con el fútbol para todos. Le dimos el brief y le dijimos ‘Diego, tu parte en esto es darle que darle masa a los periodistas…’ Y él lo hizo, sin vueltas. Pero otra vez se fue de pista.<br />
– ¿Otra vez?<br />
– Si, madame. Recordará sin dudas cuando los tiroteó en su quinta.<br />
– Ay, sí, que linda la rural mercedes benz detrás de la que se parapetó…<br />
– Bueno, esta vez se fue de mambo también. <br />
– ¿Y por eso nadie habla de mi p… viaje a este país de miércoles? Otra cosa hubiera sido ir a China, o a Estados Unidos. Pero hasta acá vine, veinte horas de vuelo, cinco escalas en este avión de pindonga… Por favor… ¡para que nadie me lleve el apunte! Oiganmé. <br />
– Y… si señora. Se suponía que Diego tiraría pero con mas discreción. Lo que dijo ocupó todo el plano mediático.<br />
– ¡Pero es un i-dio-ta!!!!!!!! No lo puedo creer… visité fábricas, le di de comer a los niñitos parias, visité esa provincia que ni sé cómo se llama, visité el Taj Majál, me faltó nada más bañarme desnuda en el fucking Bramaputra!!!!!!<br />
– (por lo bajo, a la secretaria de cuentas de la agencia, que se ríe cruzándose de piernas)… y prenderse fuego a la orilla del Ganges. <br />
– ¿Cómo?<br />
– Que… que sí, claro, sólo le faltó visitar la tumba de la Madre Teresa… pero que lamentablemente pocos lo vieron en casa. <br />
– Manga de tarados, viajo doscientas horas hasta acá, le hago creer a los indios que les voy a mandar soja, juaaaa, hago todo el circo y nadie ni siquiera lo ve… ¡nadie! Son unos idiotas, tendría que haber llamado a Agulla…<br />
– Señora, el tema es que Diego confundió sus roles. Se le mezclaron los papeles, acuérdese de lo otro que le pedimos…<br />
– ¿Que me trajera carteras Louis Vuitton de Italia?<br />
– No señora. Le dijimos que si no podíamos generar la cortina de humo del mundial, él se iba a tener que ocupar de generarlas. Bueno… Diego se confundió un poco… quiso hacer las dos cosas en una, tirarle al periodismo y hacer una cortina de humo…<br />
– ¿Pero para qué, no entiendo…?<br />
– Esteee… su marido señora, nos pidió que aprovecháramos el tema de la clasificación para hacer un poco de humo y tapar que se votaba el presupuesto 2010. Y el doctor nos dijo que no quería que se hable del presupuesto… y bueno, le dijimos al Diego, ‘Loco, hacé algo de quilombo así hablan un poco más de vos, con la clasificación sola no alcanza…’<br />
– (Hablándole al retrato con la foto de su marido en la repisa) Peor me terminó tapando a mí… ¡A mí!!!!!!! La número uno… <br />
– Y, lamentablemente sí, señora, su cortina de humo fue tan grande que hasta tapó el hecho mismo de haber entrado en el mundial.<br />
– ¿Al menos eso está asegurado no?<br />
– Sí, señora, tenemos un mes de humo ahí. <br />
– Siempre y cuando a alguno de estos idiotas no se le ocurra hacerse matar por un ladrón o algo así. <br />
– (por lo bajo, a la secretaria de cuentas)… ¿viste el cuartito que hay detrás de equipajes? ¿querés que te lleve a conocerlo?<br />
– ¿Cómo?<br />
– No, nada… que sí, que esa cuestión está asegurada, ya nos lo había asegurado Don Julio hace un tiempo…<br />
– ¿Y cuanto nos cobran él y el gordito?<br />
– (estática)<br />
– Bueno, París bien vale una misa. Hablando de lo cual (agarra el teléfono) ¿hacemos escala en París?… ah, qué ¿cóm…? ¿París no está de paso? Pero ¿cómo si es el centro del mundo? ¿Y Nueva York? Ah, tampo… ah, sí, no, bueno, está bien.<br />
– ¿Precisa algo más señora?, quisiéramos ir a revisar … el … el discurso de mañana<br />
– No, vayan. Tengo que tirar la moneda y ver si cambio la hora en el país. <br />
Telón.</p>
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El Diego y las marcas, parte dos. Diego y su cortina de humo mediática.
Primera entrega del ciclo Diálogos de la presidenta con su agencia de publicidad.