<p>Legalmente, sin embargo, no tienen herramientas para impedir nada a menos que se llegue a un acuerdo previo expreso en el contrato de trabajo. El desafío es establecer cuál es el límite entre la vida privada y la pública. Para algunos los directorios no deberían intervenir en absoluto porque estos deportes permiten liberar las fuertes tensiones del negocio.</p>
<p>Hay otros ejemplos aparte de Appleton que confirman esto. Larry Ellison, fundador de la empresa de software Oracle, también pilotea aviones en su tiempo libre. Además navega y ha competido en peligrosas carreras profesionales donde otros competidores encontraron la muerte.</p>
<p>A menudo las empresas contratan un seguro de vida para sus directores ejecutivos. Si sus actividades recreativas son muy peligrosas las empresas deben pagar mucho más. Pero a menudo los fallecimientos inesperados son más costosos para las empresas que no se preparan. En el caso de Micron tenían un plan B: al día siguiente de su muerte asumió Mark Durcan, nuevo CEO. </p>
<p>Steven Appleton, director ejecutivo de Micron Technology, ya había sufrido un accidente con su avión de piruetas en 2004. En ese momento el episodio le ocasionó heridas graves que casi le costaron la vida. Fue entonces que el directorio de su organización pidió al ex piloto que deje de volar. Pero Appleton no dio el brazo a torcer y volvió a volar. El mes pasado tuvo otro accidente pero esta vez no fue tan afortunado: murió a los 51 cuando su avión chocó al despegar.</p>
<p>La muerte de Appleton, que solía practicar otros deportes extremos, abre el debate entorno al papel importante que juegan los directores ejecutivos y si se debería permitir que practiquen pasatiempos riesgosos. Para muchos la tragedia de Micron es una alarma para los directorios que comenzarán a discutir si los hábitos de sus CEO representan un peligro para el futuro de sus empresas.</p>
<p>Es un tema complejo. Las características de personalidad que llevan a los ejecutivos a buscar pasatiempos que los llenen de adrenalina son las mismas que los convierten en buenos líderes. Además los directivos no están obligados a discutir con los accionistas sobre sus pasatiempos.</p>
<p>Pero los especialistas dicen que es importarte incluir las actividades recreativas potencialmente peligrosas de los directores ejecutivos dentro de los informes de riesgo. El jefe de una empresa pública tiene una responsabilidad con su empresa que va más allá y que incluye su vida privada. Se trata, entonces, de ceder algunas libertades a cambio del prestigio.</p>
<p> </p>