jueves, 26 de diciembre de 2024

EE.UU.:Dos jovencitas demandan a McDonalds por haberlas engordado

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Es el primer juicio por obesidad que llega a los juzgados de Estados Unidos. Las niñas – de 85kg una y 135kg la otra – residen en el Bronx, tradicional barrio neoyorkino de los más carenciados.

Cualquiera sea el resultado de este juicio – que Macdonald’s ya está
intentando neutralizar – sin duda no va a ser el último. Los dos juicios
iniciados hasta la fecha – éste de la semana pasada y otro anterior
presentado por otro residente del Bronx – están en manos del mismo
abogado de Nueva York: Samuel Hirsch.
Pero la verdadera inspiración que da sustento a los reclamos la aporta
John Banzhaf, profesor de derecho en la George Washington University, en Washington
D.C.. Banzhaf actúa como asesor no rentado y ha reunido a un grupo de trabajo
para animar a la gente a demandar a los que considera responsables de la epidemia
de obesidad que azota al país.

El caso actual se apoya en la acusación de “no haber hecho las debidas
advertencias”. La demanda alega que McDonald’s no divulgó adecuadamente
los ingredientes, el contenido nutricional y los efectos que sus productos tienen
sobre la salud. La demanda dice además que la cadena de comida rápida
utiliza prácticas de marketing tendientes a tentar a los consumidores a
comer. Y que las demandantes – como niñas que son – eran particularmente
vulnerables.

McDonald’s ya ha respondido que la información referida a sus alimentos
está disponible en sus locales, en su sitio web y en una línea telefónica
gratuita. Arguye además que con miles de opciones diferentes para elegir,
la cadena no puede responsabilizarse por dietas particulares y elecciones personales.

Es difícil prever el resultado de este ataque. Expertos en temas legales
creen que los alimentos no pueden seguir la misma ruta que el tabaco porque la
comida no es adictiva como la nicotina, y los diferentes en estilos de vida y
configuración genética hacen difícil atribuir la obesidad
de una persona o de un grupo a una sola causa.

Cualquiera sea el resultado de este juicio – que Macdonald’s ya está
intentando neutralizar – sin duda no va a ser el último. Los dos juicios
iniciados hasta la fecha – éste de la semana pasada y otro anterior
presentado por otro residente del Bronx – están en manos del mismo
abogado de Nueva York: Samuel Hirsch.
Pero la verdadera inspiración que da sustento a los reclamos la aporta
John Banzhaf, profesor de derecho en la George Washington University, en Washington
D.C.. Banzhaf actúa como asesor no rentado y ha reunido a un grupo de trabajo
para animar a la gente a demandar a los que considera responsables de la epidemia
de obesidad que azota al país.

El caso actual se apoya en la acusación de “no haber hecho las debidas
advertencias”. La demanda alega que McDonald’s no divulgó adecuadamente
los ingredientes, el contenido nutricional y los efectos que sus productos tienen
sobre la salud. La demanda dice además que la cadena de comida rápida
utiliza prácticas de marketing tendientes a tentar a los consumidores a
comer. Y que las demandantes – como niñas que son – eran particularmente
vulnerables.

McDonald’s ya ha respondido que la información referida a sus alimentos
está disponible en sus locales, en su sitio web y en una línea telefónica
gratuita. Arguye además que con miles de opciones diferentes para elegir,
la cadena no puede responsabilizarse por dietas particulares y elecciones personales.

Es difícil prever el resultado de este ataque. Expertos en temas legales
creen que los alimentos no pueden seguir la misma ruta que el tabaco porque la
comida no es adictiva como la nicotina, y los diferentes en estilos de vida y
configuración genética hacen difícil atribuir la obesidad
de una persona o de un grupo a una sola causa.

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