(Advertising Age).- Las revistas, ante la drástica caída de las suscripciones, se ven obligadas a manejar la circulación de una forma que le resulte rentable. Ahora los editores están listos para pelear con los anunciantes sobre la definición de la palabra “paga”.
El resultado tendrá importantes ramificaciones económicas para la industria, porque afectará la forma en que las revistas venden millones de suscripciones y ganan millones de dólares en publicidad.
Dos comisiones del Audit Bureau of Circulation (ABC, equivalente a nuestro IVC) –una que representa a los editores de revistas, la otra a los compradores de espacio en medios gráficos– pelean para llegar a un acuerdo sobre una propuesta que cambiaría totalmente la forma en que los editores de revistas cuentan la publicidad paga.
Aunque todavía quedan muchos desafíos por sortear, ambas partes esperan tener una propuesta armada antes de la próxima reunión de directorio del Audit Bureau of Circulation que comienza el 16 de julio en Aspen, Colorado.
Los anunciantes de revistas durante mucho tiempo han sido acostumbrados por los editores de revistas a valuar las suscripciones pagas mucho más que las suscripciones no pagas, según la teoría que los consumidores tienen una conexión más fuerte con aquellas revistas por las cuales sacan dinero de su bolsillo que con aquellas otras que, por algún motivo, les llegan a su buzón.
Según las reglas actuales del Audit Bureau, sólo las suscripciones que se venden a por lo menos 50% del precio básico de la suscripción cuentan como “pagas”.
Pero los editores quieren cambiar las reglas para que una suscripción sea “paga” cualquiera sea el precio que se pague por ella.
Eso permitiría a los editores reducir los precios de suscripción para mantener la circulación… y las tarifas publicitarias.
Cuando los editores buscan nuevas fuentes de suscripción tropiezan con la reglamentación del Audit Bureau que limitan el descuento que se puede aplicar al precio de la suscripción para que sea considerada “paga” en el conteo de circulación.
El debate se centra en una propuesta en la que los editores de revistas piden al Audit Bureau que elimine una sección en los informes que enumera el número de ejemplares vendidos en por lo menos 50% del precio básico de la suscripción.
Los anunciantes miembro del Audit. Bureau dicen que si los editores quitan esa información de los reportes deben revelar alguna otra medida cuantitativa que la reemplace, por ejemplo el precio promedio que se paga por las suscripciones.
(Advertising Age).- Las revistas, ante la drástica caída de las suscripciones, se ven obligadas a manejar la circulación de una forma que le resulte rentable. Ahora los editores están listos para pelear con los anunciantes sobre la definición de la palabra “paga”.
El resultado tendrá importantes ramificaciones económicas para la industria, porque afectará la forma en que las revistas venden millones de suscripciones y ganan millones de dólares en publicidad.
Dos comisiones del Audit Bureau of Circulation (ABC, equivalente a nuestro IVC) –una que representa a los editores de revistas, la otra a los compradores de espacio en medios gráficos– pelean para llegar a un acuerdo sobre una propuesta que cambiaría totalmente la forma en que los editores de revistas cuentan la publicidad paga.
Aunque todavía quedan muchos desafíos por sortear, ambas partes esperan tener una propuesta armada antes de la próxima reunión de directorio del Audit Bureau of Circulation que comienza el 16 de julio en Aspen, Colorado.
Los anunciantes de revistas durante mucho tiempo han sido acostumbrados por los editores de revistas a valuar las suscripciones pagas mucho más que las suscripciones no pagas, según la teoría que los consumidores tienen una conexión más fuerte con aquellas revistas por las cuales sacan dinero de su bolsillo que con aquellas otras que, por algún motivo, les llegan a su buzón.
Según las reglas actuales del Audit Bureau, sólo las suscripciones que se venden a por lo menos 50% del precio básico de la suscripción cuentan como “pagas”.
Pero los editores quieren cambiar las reglas para que una suscripción sea “paga” cualquiera sea el precio que se pague por ella.
Eso permitiría a los editores reducir los precios de suscripción para mantener la circulación… y las tarifas publicitarias.
Cuando los editores buscan nuevas fuentes de suscripción tropiezan con la reglamentación del Audit Bureau que limitan el descuento que se puede aplicar al precio de la suscripción para que sea considerada “paga” en el conteo de circulación.
El debate se centra en una propuesta en la que los editores de revistas piden al Audit Bureau que elimine una sección en los informes que enumera el número de ejemplares vendidos en por lo menos 50% del precio básico de la suscripción.
Los anunciantes miembro del Audit. Bureau dicen que si los editores quitan esa información de los reportes deben revelar alguna otra medida cuantitativa que la reemplace, por ejemplo el precio promedio que se paga por las suscripciones.