Hasta el 2009, el mercado de venta de futbolistas había sido dominado durante diez años por Brasil, ahora Argentina es el primer país exportador de talento deportivo del mundo en la industria del futbol mundial, por quinto año consecutivo, y cada año las cifras aumentan sin freno.
Argentina sigue siendo un expulsor permanente de jugadores, porque eso es lo que permite que dirigentes de clubes, dueños de academias de fútbol, intermediarios, representantes y jugadores consigan utilidades como el principal recurso para los ingresos de las alicaídas arcas de los clubes y el negocio de académicas privadas, en donde familias enteras migran con sus hijos a vivir a otros países en busca del éxito del astro del núcleo familiar, explica Gerardo Molina, especialista Internacional y profesor emérito en Marketing Deportivo y creador del sistema de medición, sostiene Euromericas Sport Marketing en el informe titulado “King of export Argentina players 2014”.
Ahí se remarca la presencia de inversores provenientes de los países petroleros, entre los cuales se destacan las empresas Gulf Finance House y GFH Capital Limited, el empresario kuwaití Fawaz Al Hasawi y sus hermanos, quienes operan con los clubes barriales a los que financian desde 40% a 100% de las futuras promesas.
También se destaca la figura del empresario Naser El Jelaifi, oriundo de Qatar, dueño del PSG en Argentina y Brasil, quien tiene un conjunto de socios locales busca-talentos. Abdalá Ben Nasser Al Thani, jeque de Qatar, también tiene un equipo de trabajo en clubes de la Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Chile.
Otro de los grupos inversores más importantes que pisan fuerte en Argentina es el Wandsworth Services LLP de Hitchin, Inglaterra, asociado con Broward Capital Inc. situado en las Islas Vírgenes británicas.
Según el informe publicado la semana pasada en Alemania, la Argentina exportó un total de 5.152 jugadores, en tanto Brasil lo siguió con un total de 2734; año a año las distancias entre ambos países se van diferenciando más, como así también la diferencia entre Argentina y el resto de los países de América.
Entre quienes partieron, 66,5% lo hizo rumbo a las cinco ligas europeas más importantes: España, Inglaterra, Alemania, Italia y Francia y el resto se dividió entre ligas menores de ese continente; además, crece la tendencia entre los destinos antes considerados atípicos y hoy cada vez más rentables, como Rusia, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos. Explica el informe de Euromericas Sport Marketing.
Jugadores cada vez más jóvenes. Ligas cada vez más viejas y obsoletas
En 2014, se movieron más de US$ 1228 millones en transferencias desde la Argentina. Ante la danza de millones, la tendencia marca el aumento de la exportación de jugadores cada vez más jóvenes y a más alto costo de venta. (Subió en el mismo periodo 344%).
“En los últimos cinco años, el estudio arroja que la mayoría de los transferidos no llega a la primera división argentina, es decir, 65% son menores de edad salidos de las inferiores o de incubadoras de jugadores de centros privados de fútbol o filiales de clubes de Europa en el continente. Quizás el caso más emblemático sea Lionel Messi, quien ingresó a las filas del Barcelona en una temprana adolescencia. (En este caso su migración estuvo vinculada a la realización de un tratamiento físico. Hoy el promedio de edad general oscila en promedio ponderado los 15 años).
Gerardo Molina detalla que el proceso hacia la tierra prometida comienza de la siguiente manera: “El primer paso es detectar a un chico con habilidades y poder hablar con él y su familia. El valor de este proceso comienza con una suma que oscila los 1200 dólares. La fase siguiente es llevar a cabo la compra del futbolista, que oscilará en unos 4000 dólares si son menores de 15 años, ahora entre los 5000 a 7000 dólares si el jugador está ya federado, estos valores crecieron en los últimos 4 años 133%. Ya conseguido el joven talento, el tercer movimiento es pulirlo a nivel personal como profesional e iniciar la difusión de manera masiva de los videos del jugador. Después de jugar partidos, si se tiene suerte, el futbolista se convierte en una promesa y logra captar la atención de algún club europeo. Ese es el momento en el que llega la hora de multiplicar el desembolso realizado”.
Las transferencias al fútbol internacional se han convertido en motor financiero de los clubes argentinos, la mayoría con deudas millonarias. Se mueven en el corto plazo: si tienen una oferta de un club extranjero, no la desaprovechan desoyen porque no saben si años después ese jugador valdrá lo mismo. Puede valer más o menos, pero no se puede arriesgar”.
Las ligas europeas reciben altos niveles de recursos por los derechos de televisión, marketing y abonos de asociados. Los clubes en América Latina, no presentan una organización que les permita generar ingresos por esa misma vía, por ello dependen de modo directo de la venta de sus jugadores como principal activo.
La falta de profesionalización en el área comercial, provoca que la calidad del futbol local tenga año a año un nivel de calidad en declive.
También se debe pagar porcentajes por derechos de formación a los clubes anteriores, donde el jugador haya recibido entrenamiento, lo que no siempre se cumple, dado que muchos jugadores se forman en academias privadas.
Un dato que se destaca es la carencia de registros oficiales, no existiendo un programa de control de la emigración, lo que supone un bajo nivel de control del pago de impuestos, concluye el informe