Las cookies se parecen al identificador de llamadas en los sistemas de telefonía. Así como alguien puede rastrear el origen de una llamada telefónica las empresas usan cookies para rastrear la información que dejan los usuarios que visitan un sitio.
Son las cookies las que permiten a los sitios realizar muchas funciones que benefician a los usuarios. Lycos, por ejemplo, usa cookies para adecuar publicidad a determinados usuarios. Personaliza los banners publicitarios según las búsquedas anteriores que hayan hecho.
Uno de los usos más modernos y más evolucionados de una “cookie” , por ejemplo, impide que una misma persona vea el mismo banner varias veces.
Kevin O’Conner, presidente y cofundador de DoubleClick, explica que esta aplicación tiene su origen en una situación que él denomina “hartazgo de banners”.
Otro líder en desarrollo de publicidad en la Web, usa cookies para rastrear cuántas veces una sola computadora ha mostrado un determinado banner publicitario.
Si un usuario ha tenido ante su vista un banner publicitario tres veces seguidas sin haber respondido en forma alguna, hay que tomar esa conducta como indicador de que el anunciante está gastando plata enviando su publicidad a esa computadora en particular. De manera que no envía ese aviso sino que prueba con otro.
Esto es lo mismo que hace un comerciante cuando, luego de tres campañas de correo directo, decide eliminar de la lista a las personas que no han manifestado interés.
Si la tecnología de Internet puede filtrar los avisos no deseados, se convertirá en algo muy valioso tanto para el usuario como para el vendedor.
Las cookies se parecen al identificador de llamadas en los sistemas de telefonía. Así como alguien puede rastrear el origen de una llamada telefónica las empresas usan cookies para rastrear la información que dejan los usuarios que visitan un sitio.
Son las cookies las que permiten a los sitios realizar muchas funciones que benefician a los usuarios. Lycos, por ejemplo, usa cookies para adecuar publicidad a determinados usuarios. Personaliza los banners publicitarios según las búsquedas anteriores que hayan hecho.
Uno de los usos más modernos y más evolucionados de una “cookie” , por ejemplo, impide que una misma persona vea el mismo banner varias veces.
Kevin O’Conner, presidente y cofundador de DoubleClick, explica que esta aplicación tiene su origen en una situación que él denomina “hartazgo de banners”.
Otro líder en desarrollo de publicidad en la Web, usa cookies para rastrear cuántas veces una sola computadora ha mostrado un determinado banner publicitario.
Si un usuario ha tenido ante su vista un banner publicitario tres veces seguidas sin haber respondido en forma alguna, hay que tomar esa conducta como indicador de que el anunciante está gastando plata enviando su publicidad a esa computadora en particular. De manera que no envía ese aviso sino que prueba con otro.
Esto es lo mismo que hace un comerciante cuando, luego de tres campañas de correo directo, decide eliminar de la lista a las personas que no han manifestado interés.
Si la tecnología de Internet puede filtrar los avisos no deseados, se convertirá en algo muy valioso tanto para el usuario como para el vendedor.