domingo, 29 de diciembre de 2024

Conviene remuneración atada a deuda

spot_img

La reciente crisis financiera, generada por malas apuestas en el sector financiero, trajo a primer plano la realidad del fracaso de las empresas y fundamentó aun más la idea de que le remuneración ejecutiva debería estar supeditada más a la deuda de la empresa que a su capital.

<p>Durante a&ntilde;os, las empresas relacionaron remuneraci&oacute;n ejecutivo al capital, como acciones y opciones accionarias, pero la idea de agregar instrumentos de deuda al c&oacute;ctel, como jubilaciones o compensaci&oacute;n diferida pagada a ejecutivos desde afuera de la firma (conocida como deuda &ldquo;interior&rdquo; ) es ganando atenci&oacute;n. Se trata de una novedad que podr&iacute;a ayudar a impedir futuras crisis financieras y alinear m&aacute;s estrechamente a los gerentes con todos los inversores, tanto accionistas como tenedores de bonos&rdquo;, opina Alex Edmans, de Wharton.<br />
<br />
En un nuevo ensayo titulado &ldquo;Inside Debt&rdquo; Edmans y Qi Liu, estudiante de doctorado, proponen que estos tipos de incentivos protegen los intereses de los tenedores de bonos y el valor de la firma, especialmente cuando lo que est&aacute; en juego es la solvencia de la compa&ntilde;&iacute;a.<br />
<br />
Edmans dice que cuando las empresas encuentran dificultades, los ejecutivos con paquetes de remuneraci&oacute;n basados en capital, y no en deuda, pueden optar por correr grandes riesgos para salvar la empresa &ndash; y sus carteras &ndash; aunque est&eacute;n poniendo en mayor peligro el valor de la firma y de sus bonos. <br />
<br />
Como el valor del capital de los gerentes ser&iacute;a cercano al cero en este punto de todas maneras. Edmans dice que los gerentes pueden sentirse tentados a &ldquo;apostar por la resurrecci&oacute;n&rdquo;. Si la apuesta falla, aquellos ejecutivos a quienes se les paga con capital no tienen nada m&aacute;s que perder. La deuda restante en el valor de la firma queda en las espaldas de los tenedores de bonos y otros acreedores, quienes pueden necesitar, quienes podr&iacute;an tener que optar por reducir fuertemente el valor de sus inversiones si la firma se fuera a la quiebra. <br />
<br />
&ldquo;Para gerentes de empresas pr&oacute;ximas a quebrar, la remuneraci&oacute;n seg&uacute;n capital es una apuesta de una sola v&iacute;a&rdquo;, se&ntilde;ala Edmans. &quot;Si el riesgo da buenos resultados el valor del capital se dispara. Si no, lo peor que puede ser su capital es cero.&quot; <br />
<em><br />
</em></p>

<p><em>Remuneración atada a la deuda</em></p>
<p>Algunos ejecutivos pueden salvar su capital – y sus firmas – con una medida audaz. Muchos otros, sin embarfo, fracasan espectacularmente. Ejemplos en el sector financiero, Lehman Brothers y Bear Stearns, cuyas enormes apuestas en derivativos llevó al su colapso. Fuera del sector financiero, el ejemplo que da es Enron. Durante 30 years, la teoría de remuneración mostraba que el CEO debía poseer capital para alinearse con los accionistas. Según Edmans, este acendrado énfasis en tratar de justificar pura remuneración de capital surgió de creer que en la práctica los gerentes no acumulan mucha deuda en sus firmas. Esto, dice, es un mito originado porque la posesión de acciones de la gerencia tenía gran difusión, mientras que las jubilaciones y otros tipos de remuneración ligada a deuda eran más difíciles de monitorear.<br />
<br />
Sin embargo, las reglamentaciones de la SEC sobre difusión de información que rigen desde marzo 2007, aportan nuevos datos que muestran que, en la práctica, las empresas ofrecen remuneración sustancial en formas relacionadas con deuda, tales como pensiones y remuneración diferida. El ensayo menciona que Roberto Goizueta, ex CEO de Coca-Cola, tenía más de US$ 1.000 millones en remuneración diferida cuando murió en 199. Los autores del trabajo muestran allí que la deuda puede ser parte de un óptimo paquete remuneratorio.<br />
<br />
En realidad, el trabajo presenta una explicación teórica de cómo la deuda puede motivar a los líderes de empresas. Al desarrollar su modelo, ellos exploran cómo la deuda de interior puede ser una gran herramienta de motivación frente a otros remedios la afición a los grandes riesgos. <br />
La predicción es que las firmas jóvenes y en crecimiento tienden a confiar demasiado en audaces estrategias de riesgo para crear valor. En esas compañías, tiene más sentido hacer depender la remuneración con respecto al capital que a la deuda.<br />
<br />
Pero para las empresas con alto riesgo de quiebra, agregar deuda interior a los paquetes de remuneración de la alta gerencia es un mejor método. Hay estudios que indican que pagar a los ejecutivos con un bono para evitar la quiebra podría ser un incentivo para que los gerentes traten de evitar la quiera en lugar de seguir manejando la firma de tal manera que mantenga todo el valor posible para el caso en que la quiebra sea inevitable. Cuando se les da un bono para que eviten la quiebra, ese bono se pierde sea que los tenedores de bonos reciban 80 centavos por dólar o diez centavos por dólar durante el procedimiento de la quiebra. En consecuencia, al gerente le da igual cuál es el valor de recuperación de la firma y no va a proteger totalmente los intereses de los tenedores de bonos. <br />
<br />
Agregar deuda a los planes remuneratorios es una manera sencilla de que los directorios equilibren los intereses de accionistas y tenedores de bonos cuando los tiempos son buenos y cuando son malos, porque reducen la volatilidad de los ciclos económicos, sugiere la investigación.</p>

Compartir:

spot_img
spot_img
spot_img
spot_img

Noticias

CONTENIDO RELACIONADO