sábado, 28 de diciembre de 2024

Contra todo, Richard Wagoner sigue al frente de General Motors

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Las malas ventas de junio confirman lo archisabido: las obsesión por fabricar utilitarios deportivos castiga a GM, Ford y Chrysler. En ésta, Roberto Nardelli quiere que sus managers imiten las técnicas de Avon o Tupperware…

<p>Pero &iquest;y Wagoner? Algunos, como Kirk Kerkorian, sostienen que sobrevive gracias a una alianza con mandos medios y un directorio d&eacute;bil. Por cierto, es el &uacute;nico de los tres CEO de Detroit ligado al sector. Alan Mullaly (Ford) proviene de Boeing y a Nardelli (Chrysler) lo despidieron de una cadena minorista.</p>
<p>El ejecutivo nunca pudo cumplir su promesa inaugural (junio de 2000), de que la compa&ntilde;&iacute;a crecer&iacute;a 25 a 28% en porci&oacute;n del mercado norteamericano. Algunos a&ntilde;os, GM lograba bajar costos y aumentar productividad. Pero, en cada oportunidad, las cosas se daban vuelta -en todo Detroit- y acababan mal. Al terminar junio, la acci&oacute;n volv&iacute;a a 1955; es decir, ni siquiera manten&iacute;a los precios de dos crisis intermedias (1973/5, 1980/2), ambas asociadas a fuertes alza de crudos.</p>
<p>Desde que Wagoner lleg&oacute;, los t&iacute;tulos perdieron 81% y, hoy, la participaci&oacute;n de mercado no sube de 12,5%. Menos de la mitad de lo prometido con el CEO hace ocho a&ntilde;os. &iquest;Por qu&eacute; no lo han hecho renunciar todav&iacute;a? En primer lugar, por el respaldo del management medio y superior, puntal de su gesti&oacute;n.</p>
<p>En segundo t&eacute;rmino, el directorio de GM es poco activo y rechaza a quienes los son. Sucedi&oacute; en 2000 con Carl Icahn y, en 2006, con Kerkorian. Ninguno pudo organizar un &quot;golpe de estado&quot; para deponer a la junta y a Wagoner, pese a sus notorios errores. Por otra parte, el ejecutivo tiene amigos nada desinteresados en el periodismo especializado que le sacan las papas del fuego.</p>
<p>La t&eacute;cnica es simple: Wagoner &amp; C&iacute;a. traban salidas r&aacute;pidas a las crisis y, agotados, los accionistas combativos terminan vendiendo sus tenencias y pasando a otra cosa. S&oacute;lo en el primer trimestre, al menos una docena de fondos de cobertura (derivados) y jubilatorios se sacaron de encima un mill&oacute;n o m&aacute;s en papeles de GM. <br />
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Ahora, empero, la iliquidez puede serle fatal al CEO. Las p&eacute;rdidas operativas est&aacute;n absorbiendo su efectivo, calculado en US$ 24.000 millones a fin de marzo. El deterioro quiz&aacute; lo haya reducido a 21.000 millones a fin de junio. Desde 2005 la deuda de la firma est&aacute; en categor&iacute;a basura, por lo cual -para juntar caja- s&oacute;lo puede vender activos, escindir sus rentables en Latinoam&eacute;rica, Surocorea (Daewoo) y Europa occidental o endeudarse a tasas prohibitivas. Ante los dilemas, algunos piensan en Frederick Henderson (ex director financiero y hoy presidente de la junta) para sustituir a Wagoner &quot;desde adentro&quot;.</p>
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