“Son momentos de poner en práctica una cultura más ágil, fomentar un aprendizaje permanente, desarrollar competencias claves. Es relevante el liderazgo en red, con una mayor intensidad en lo vincular explica– Luis Bendersky, CEO y co fundador de Paradigma, al ser consultado por la actual ponderación de los vínculos y los nuevos modelos de liderazgo–.”
“Las habilidades blandas se valoran más que antes; se pone el foco en lo humano. Las habilidades más valoradas en un líder están relacionadas con el manejo de equipos, la comunicación efectiva, la empatía y el liderazgo remoto”.
Por otra parte, asegura que las organizaciones añoran y vuelven a enfatizar la presencialidad en modelos híbridos con el fin de fomentar las interacciones sociales, la afiliación, la referencia con los líderes y los procesos de creación y desarrollo colectivo.
“Se trata de volver a activar los cinco sentidos en las relaciones humanas y no solo utilizar la vista y el oído. La gran mayoría de las empresas está trabajando en esto. Es preciso acompañarlas con un abordaje orgánico, multidimensional y progresivo”. Los primeros escollos y el después “El principal desafío de la consultoría en general fue seguir reforzando un go to market más basado en posicionamiento de marca y con un acercamiento más fuerte desde lo digital, manteniendo lo que es la esencia del servicio: el aporte de una mirada amplia, el logro de resultados tangibles, a medida y perdurables, la reducción del nivel de incertidumbre a través de experiencias concretas, metodologías y aceleradores y mayor velocidad de concreción”, reflexiona Bendersky–.
La ‘New Way of Consulting’ seguirá evolucionando hacia modelos de trabajo híbridos; se deberá balancear un staff en el front con uno en el back. El primero para asegurar el contacto con la realidad del mundo físico, con dinámicas de trabajo presencial y con un trabajo en equipo en el que surja más naturalmente el pensamiento innovador grupal.
El segundo para agregar fuerza de análisis, capacidades específicas que no necesariamente deban estar presentes en el front, y competitividad en tiempos y costos. Todo se trata de lograr resultados con compromiso, objetividad y cercanía, entendiendo al cliente y su circunstancia y trabajando en forma conjunta y ‘codo a codo’, más allá de que la modalidad sea presencial o virtual”.
Acompañar en la incertidumbre
“Junto a nuestros clientes, tuvimos, como siempre, el desafío de balancear el repensar y el hacer. Esto es cada vez más relevante en un contexto de cambio acelerado a escala mundial, con nuevos negocios y formas de trabajo que vinieron para quedarse y ensamblarse con las anteriores y un nivel de volatilidad que obliga a trabajar mucho más dinámicamente los procesos de planeamiento y a ejecutar de una manera mucho más ágil, iterando, aprendiendo y recalculando –asevera el ejecutivo–.
Proyectos más cortos, resultados más concretos e inmediatos y productos intermedios tangibles son cada vez más demandados”. En cuanto a los servicios ofrecidos a los clientes, en estos tiempos veloces y extraños, el ejecutivo indica que la oferta se va adecuando al nuevo contexto y se desarrollan nuevas prácticas y formas de relacionamiento.
“Muchas consultoras van segmentando sus servicios en dos grandes líneas. Por un lado, aquellas más relacionadas con los servicios de consultoría brindados en forma integral a un cliente final, complementando cada vez más, las capacidades propias con el aporte de especialistas de nicho o de partners tecnológicos. La virtualidad facilita y potencia el desarrollo y la sustentabilidad de estos ecosistemas”.
“En economías emergentes y en contextos de incertidumbre, siempre es una buena receta contar con servicios que acompañen tanto expansiones como contracciones, no focalizarse en un solo sector y capitalizar al máximo una oferta atractiva para distintos C–levels de una misma compañía. En nuestra experiencia, una oferta balanceada de consultoría debería contener Estrategia y Nuevos Negocios; Optimización de Resultados y de Performance; Transformación Digital más consultoría de IT y Gestión de Grandes Proyectos; Excelencia Organizacional y Operacional y Evolución y Cambio Cultural y de las Personas –enumera–.
Por otro lado, y nuevamente facilitado por las new ways of consulting, aparece cada vez con más fuerza el desarrollo de Centros de Competencia y de Centros de Servicios Compartidos, para ciertas prácticas (por ejemplo, Project Management, Data Management, Process Transformation y Change Management), que complementan equipos de consultoría en el front”.
El talento en un mundo global
De acuerdo a Bendersky, en el caso particular de los países emergentes, y específicamente en Argentina, algunos puntos de dolor propios de cada sector y de cada empresa se potencian por la propia incertidumbre política y económica, la dificultad en definir una dirección consensuada y los continuos obstáculos a la operación y a la inversión que debe enfrentar la actividad privada.
“Como ejemplo, se evidencia una tendencia fuerte a la regionalización e internacionalización en búsqueda de diversificar riesgos y brindar alternativas enriquecedoras a los equipos de trabajo, aprovechando talento y resiliencia y la facilidad de estar presentes e interactuar y ejecutar procesos clave en forma remota”, describe.
En este sentido, el ejecutivo indica que, más allá del reconocido capital humano argentino, se hace crítica la lucha por un talento cada vez más escaso. “Se da una competencia desigual entre pymes nacionales focalizadas en el mercado interno versus empresas que tienen la posibilidad de orientar su fuerza laboral hacia la exportación de servicios. Complementariamente, se agrega el efecto de una amplia masa de profesionales que captan oportunidades en forma directa en un mercado cada vez más abierto y virtual. Lo anterior se suma a la inmediatez característica que nos impone la economía argentina, con in‑ación, endeudamiento, impuestos y falta de crédito siempre presentes en nuestro menú de management”.