Aceptar una tarjeta de alguien que se nos presenta en un almuerzo empresarial no debería sólo por buena educación. Ni tampoco porque no cayó bien luego de charlar cinco minutos sobre nimiedades de la vida cotidiana. Hay que pensar en esa tarjeta como un nodo de nuestro networking. ¿Nuestro qué? Hoy en día se entiende por networking una “red de contactos” y la acción de hacer networking como acudir a eventos, actividades, reuniones o congresos para buscar posibilidades de de agregar más personas a nuestra red de contactos. El Networking bien aplicado nos servirá para incrementar nuestro volumen de negocio gracias a un incremento de contactos rentables siguiendo una estrategia comercial o un plan de marketing y generando notoriedad hacia nuestra empresa.
En definitiva la base principal del Networking es construir relaciones con personas de tu entorno profesional que quieran hacer negocios contigo o con las que puedas hacerlo en un futuro de una forma u otra. Pablo Molouny, gerente general de Trabajando.com, señala que “Hacer Networking es algo inevitable, es del día a día, es preguntarse para qué, con quién y cómo quieres relacionarte. De cualquier forma siempre es bueno tener una actitud relacional permanente, independientemente de tus objetivos personales y profesionales”. Los emprendedores necesitan formar a su alrededor un ecléctico equipo de colaboradores cercanos, consejeros y facilitadores, que los ayuden en las diferentes fases de su proyecto, les abran puertas a otras personas clave y, en definitiva, contribuyan a situarlos en el centro del mapa para no pasar desapercibidos. En un mundo tan interrelacionado como el actual es casi más importante conocer a las personas adecuadas, capaces de tocar la tecla que más convenga en un momento determinado, que tener un buen currículum o idea de negocio. Por muy capaz que uno sea, si su red es débil, las posibilidades de “vender” y sacar adelante un proyecto disminuyen estrepitosamente. En efecto, redes sociales genéricas facilitan esto ya que permiten disponer de una herramienta ampliamente utilizada por todos, o casi todos, los contactos potenciales con los que podamos reunirnos. Si vemos la evolución de LinkedIn podemos notar rápidamente que no es más que el concepto de networking sobre una plataforma digital.
¿Cómo mejorar mi red de contactos? Cuanto más se invierta, más valor tendrá y más rápido crecerá. El poder de las redes de contactos se encuentra en que crecen de manera exponencial. Mientras más contactos tengamos, más factible es que esos contactos nos den otros contactos distintos que a su vez nos darán otros. Por tanto, hay que esforzarse en realizar llamadas de forma periódica, contestar a los correos electrónicos y, sobre todo, ayudar allí donde se nos necesite. La única forma de fortalecer los vínculos consiste en ser proactivos, estar dispuestos a echar una mano en lo que haga falta y generar confianza mutua. Incluso a quienes nos caen mal. Caer en una zona de confort en lo que a networkingse refiere, rodeándonos solamente de aquellas personas con las que mejor nos llevamos, nos impedirá ampliar nuestra red y sacarle el mayor partido posible. La variedad es una red de contactos es imprescindible para poder solicitar ayuda o proponer un trato a diferentes tipos de personas con diferentes habiliades.
Elaborar estrategias es clave. Cuando nos dedicamos a formar o fortalecer nuestro networking tenemos que tener una estrategia. Por ejemplo, al asistir a un coloquio o un congreso, saber de antemano qué clase de contacto buscamos y conseguirlo.
