De acuerdo con Teads, la clave está en aprovechar este momento de desarrollo que vive la Inteligencia Artificial.
El impacto de la inteligencia artificial (IA) está por transformar el mundo como lo conocemos. Al ser considerada la tecnología que va a redefinir el siglo XXI, es natural que su implementación y desarrollo busque irrumpir con mayor empuje en la creación de contenidos en video, uno de los formatos más poderosos en plataformas digitales, que actualmente cuenta con una audiencia estimada de 284,1 milllones de personas tan sólo en Latinoamérica.
Esto se comprueba, por ejemplo, desde el desarrollo que han tenido las cámaras de los teléfonos celulares, algunas aplicaciones dirigidas a la creación de filtros, hasta el reconocimiento facial y demás características que están transformando la estética del mundo digital. El tema llega un paso más allá cuando hablamos de publicidad.
Natalia Giménez, Managing Director para Cono Sur en Teads, la plataforma global de medios, mencionó que la inteligencia artificial es una herramienta que está transformando el panorama digital, al permitir una mayor personalización al momento de dialogar con el cliente.
“La tecnología de Teads se centra en la utilización de algoritmos de una plataforma que imitan las redes neuronales del cerebro humano, posibilitando que las herramientas de publicación de videos, puedan reconocer y actuar sobre patrones abstractos, para acercarnos de manera directa al usuario acorde a sus gustos y preferencias”, explicó.
De acuerdo a la experta, la IA permite ensamblar el enfoque creativo ideal para la persona adecuada, en el momento adecuado y en tiempo real. De esta manera, el usuario obtiene contenido único, dirigido específicamente a él, a través de una estrategia de publicidad más interactiva, y personalizada. Estas características la convierten en menos invasiva para el usuario y mucho más efectiva para los anunciantes.
El siguiente paso es aprovechar el momento de desarrollo que está teniendo la IA en el campo de la relación de los anunciantes con el usuario, y arriesgar haciendo contenido conversacional, es decir, entablar ahí mismo un diálogo directo, a través de un asistente digital. Esto permitirá expandir el modelo publicitario gracias a la interacción que genera entre ambas partes.
“Un ejemplo de ello es la campaña que se desarrolló para Tommy Hilfiger, la cual agrega un chatbot que sirve de asistente, una herramienta a la que el usuario se habitúa cada vez más y que vuelve su experiencia más personal. El consumidor puede preguntar por cualquiera de los productos que le interesan como si fuera a la tienda en un shopping“, explicó Natalia Giménez.
“El resultado en esa campaña fue que el usuario pasó más tiempo interactuando con la herramienta, en promedio un minuto 45 segundos, mucho más que los 15 segundos que dura un video promocional habitual. Una ventaja que difícilmente se logra con herramientas digitales convencionales” concluyó.