Y que demás ofrecen a los ciudadanos un acceso más rápido a información y recursos vitales y actuales. Históricamente, los organismos de servicios públicos han sido cautelosos cuando se trata de la adopción temprana de nuevas tecnologías.
Los departamentos de TI se mueven en una fina línea entre el riesgo y la innovación en sus esfuerzos por crear entornos digitales seguros para apoyar los servicios públicos. Estos esfuerzos se ven a menudo limitados por presupuestos ajustados y una deuda tecnológica persistente. A pesar de estos obstáculos, los organismos de servicios públicos están adoptando la nube a un ritmo acelerado. Se están tomando el tiempo necesario para examinar el costo y la seguridad de estas opciones y han descubierto que los proveedores de soluciones en la nube ofrecen una alternativa segura y ágil a las opciones locales.
Así lo concluye una encuesta global de Accenture, según la cual, el 70% de los ejecutivos de servicios públicos ve la migración a la nube como algo crítico o muy importante para la transformación de los modelos centrales de sus organizaciones para este año. Estos ejecutivos quieren capturar los beneficios de una infraestructura más flexible, y consideran que la nube es uno de los futuros modelos de prestación de servicios. El consumo puede aumentarse y reducirse a la demanda, lo que permite a los organismos públicos la creación de servicios más centrados en los datos. Esto puede contribuir a una mejor toma de decisiones basada en la data y permitir una interfaz de usuario más personalizada.
El interés por las soluciones de nube pública ya está generando importantes inversiones. Los datos de International Data Corporation (IDC) muestran que se espera que el gasto mundial en la nube pública se duplique con creces hacia el 2023, hasta alcanzar casi 500.000 millones de dólares. Este ritmo de gasto puede acelerarse aún más a medida que los organismos se esfuerzan por satisfacer las necesidades de los ciudadanos en materia de servicios públicos, prestados a través de soluciones seguras, de bajo o nulo contacto, en un clima posterior a la pandemia.
Según explicó Matías Arturo, Líder de Strategy & Consulting para Sudamérica Hispana de Accenture, “en ese contexto, hay cinco elementos clave que el sector público debe tomar en cuenta para impulsar una estrategia de cloud exitosa. Primero, migrar y escalar. Segundo, elegir los proyectos que pueden tener el mayor impacto para el mayor número de usuarios en el menor tiempo posible. En tercer lugar, poner la innovación y las inversiones para que los grandes proveedores de la nube impulsen la estrategia de cloud de la organización. Cuarto, utilizar la nube como palanca de transformación digital. Y, finalmente, optimizar”.
El experto agregó que “nos encontramos en un punto de inflexión para la adopción de la nube. Cloud ha demostrado su importancia para los servicios públicos y su capacidad para satisfacer las necesidades de las personas en constante evolución. Cuando los organismos de servicios públicos utilizan la nube para crear servicios y soluciones que se adaptan a las necesidades de la comunidad, ofrecen a los ciudadanos un acceso más rápido a información y recursos vitales y actuales. Esto, a su vez, ayuda a aumentar el valor percibido de estos organismos y de los servicios que prestan”.