<p>Una de las características más sobresalientes de la China moderna es la migración interna de trabajadores jóvenes. Es un verdadero éxodo rural: trabajadores, especialmente mujeres adolescentes, dejan a su familia en la China profunda para buscar trabajo en las fábricas de las ciudades. Una de las más populares es Foxconn, que emplea a un millón de estos trabajadores de sueldo mínimo para ensamblar productos para Apple, Nintendo, Dell, Nokia, Intel, Microsoft, Samsung y Sony. Básicamente, todos los grandes jugadores ven en Foxconn una manera de reducir sus costos apostando a la mano de obra barata.</p>
<p>Este ha sido su modelo de negocios por años. Tal vez por eso sorprendió la noticia de que Terry Guo, su CEO, haya decidido agregar un millón de robots industriales a la línea de producción en los próximos tres años. Su meta es automatizar la línea de ensamblaje de dispositivos como lo hacen sus rivales en Japón, Corea del Sur y Estados Unidos, que ha hecho lo mismo en el sector de producción de automóviles.</p>
<p>Foxconn, uno de los mayores empleadores de China, ha pensando en tomar una decisión así por años, reduciendo su impacto en la fuerza laboral. Siempre ha usado trabajo humano barato como gancho para atraer a las grandes corporaciones multinacionales pero la presión internacional por sus prácticas de explotación los ha llevado a revaluarlas.</p>
<p>Por ahora el anuncio no es firme y los rumores que han circulado en los últimos días llevan a analistas a sospechar sobre la veracidad del plan de Foxconn. Lo cierto es que ninguna de las empresas que producen y distribuyen robots industriales ha recibido una orden de ese calibre; tal vez, como piensan algunos, Foxconn esté construyendo sus propios robots.</p>
<p>Hay buenas razones de negocios detrás de tanto hermetismo. Foxconn probablemente quiera tener una ventaja sobre sus competidores. También es cierto que, en un contexto recesivo para la economía más dinámica del mundo, los despidos son un tema sensible. Las autoridades ven el pleno empleo como esencial para mantener feliz y en armonía a la sociedad. De hecho, en muchos casos no se utilizan las últimas tecnologías porque eso achicaría la demanda de mano de obra humana de manera drástica. Se estima que, en cuanto a la licitación de obras públicas, usar equipos de última tecnología reduciría el empleo de seis millones de trabajadores golondrina.</p>
<p>Son 300.000 los trabajadores que actualmente duermen en los departamentos de la fábrica de Foxconn en Longhua, donde se ensamblan los productos de Apple. La mayoría pasa sus días sentados junto a una línea de producción, utilizando máscaras protectoras y guardapolvos para protegerse. Repiten el mismo trabajo todos los días porque siguen el modelo fordista: se enfocan en una misma acción y la repiten al infinito. Para ensamblar un iPad, por ejemplo, se requieren cinco días y 325 pasos. Si la naturaleza misma de las acciones que realizan todos los días es automática, ¿por qué no comprar robots? Cada uno de ellos es tan eficiente como dos y hasta cuatro humanos.</p>
<p>Lo interesante es que Foxconn no puede tirar por la borda su línea de ensamblaje y reemplazarla por robots de manera inmediata. Arriesga la estabilidad de su producción. Aunque todavía son los primeros días de la robotización china, la demanda de robots ha crecido 50% y se espera que en dos años se conviertan en el primer mercado del mundo. <br />
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China emprende el camino de la robotización
El fabricante de piezas electrónicas Foxconn, uno de los mayores ensambladores de Apple y Samsung, está analizando la posibilidad de reemplazar a una porción de sus trabajadores por robots industriales. El tema es delicado pues implicaría reemplazar a millones de trabajadores golondrina.