Así, en estos días Cartier, una propiedad de Richemont, está inaugurando departamento de accesorios en el segundo piso de su afamada tienda en Nueva York. Allí se podrán comprar carteras de cuero, lapiceras, gemelos, relojes y también una nueva línea para bebés. Será un lugar donde la gente podrá sentarse en cómodos sillones, relajarse y probar, por ejemplo, las lapiceras antes de comprar.
De Narp es un hombre de 36 años que quiere imbuir nuevas ideas, productos y estilo a la marca. Detrás de todo eso está, por supuesto, la intención de mejorar las cifras de ventas, que en Estados Unidos van a la zaga de las de Europa y Asia.
También ha sido el responsable de una nueva línea de joyas diseñada especialmente pensando en la mujer estadounidense; la única línea en ser presentada en Nueva York antes que París. Se llama Caresse d´Orchidées y las piezas son la exuberancia hecha joya: orquídeas en oro y platino con incrustaciones de diamantes y rubíes.
Es, según los observadores y el mismo de Narp, una exageración. Pero él explica que la idea de las flores viene siendo usada por Cartier desde 1890, aunque ésta es la primera vez que las flores constituyen la colección entera. Los precios oscilan entre US$ 6.700 y US$ 3 millones. La línea – rebuscada, recargada, lujosa y cara – responde al gusto americano, según el CEO.
Así, en estos días Cartier, una propiedad de Richemont, está inaugurando departamento de accesorios en el segundo piso de su afamada tienda en Nueva York. Allí se podrán comprar carteras de cuero, lapiceras, gemelos, relojes y también una nueva línea para bebés. Será un lugar donde la gente podrá sentarse en cómodos sillones, relajarse y probar, por ejemplo, las lapiceras antes de comprar.
De Narp es un hombre de 36 años que quiere imbuir nuevas ideas, productos y estilo a la marca. Detrás de todo eso está, por supuesto, la intención de mejorar las cifras de ventas, que en Estados Unidos van a la zaga de las de Europa y Asia.
También ha sido el responsable de una nueva línea de joyas diseñada especialmente pensando en la mujer estadounidense; la única línea en ser presentada en Nueva York antes que París. Se llama Caresse d´Orchidées y las piezas son la exuberancia hecha joya: orquídeas en oro y platino con incrustaciones de diamantes y rubíes.
Es, según los observadores y el mismo de Narp, una exageración. Pero él explica que la idea de las flores viene siendo usada por Cartier desde 1890, aunque ésta es la primera vez que las flores constituyen la colección entera. Los precios oscilan entre US$ 6.700 y US$ 3 millones. La línea – rebuscada, recargada, lujosa y cara – responde al gusto americano, según el CEO.
