En el video, la mitad de los protagonistas no saben que es una publicidad preparada. Carlsberg pidió a un grupo de jóvenes que llamaran cada uno a su mejor amigo en mitad de la noche para pedirles dinero con urgencia — debían entregarlo esa misma noche — pues estaban en situación peligrosa. Esta parte fue real: entre la 1:00 y las 5:00 de la madrugada, los jóvenes elegidos recibieron la llamada y escucharon que debían llevar inmediatamente al amigo 300 euros para saldar una deuda de juego.
Allá salieron en medio de la noche. El destino era un deprimente y peligroso antro asiático.
La voz en off dice “¿Hasta adónde irías por un amigo?”
Pero llegar no es fácil. Deben meterse en oscuros callejones y superar amenazadores patovicas que demoran a los héroes que van corriendo contra reloj.
Tras depositar el dinero sobre la mesa de juego, se corre una cortina y aparecen mesas llenas de jóvenes bebiendo cerveza que aplauden la buena acción.
La leyenda que aparece en el momento de la celebración es “Esto exige una Carlsberg”. El video, una mezcla de reality con guión, se viralizó velozmente.