Tan sólo en el Reino Unido perderán su trabajo unos 7.000 empleados, entre los cuales figuran 400 puestos directivos en el negocio de la banca de inversiones.
Barclays tiene actualmente una dotación de 140.000 trabajadores, después de haber eliminado otros 7.600 puestos de trabajo el año pasado, recordó la agencia de noticias DPA.
El pago de gratificaciones en 2013 aumentó en un diez por ciento, a 2.380 millones de libras esterlinas (2.860 millones de euros).
El presidente de Barclays, Antony Jenkins, había anunciado que renunciaría a su paga extraordinaria.
Tras varios escándalos ocurridos en los últimos años y como consecuencia de la crisis financiera, Barclays se encuentra en una fase de reconstrucción, que prevé sobre todo el achicamiento del sector de la banca de inversión.
La entidad crediticia obtuvo el año pasado un beneficio neto de 540 millones de libras, tras haber sufrido pérdidas de 624 millones de libras en 2012.
Sin embargo, el beneficio operativo se redujo el año pasado en casi un tercio, a 5.170 millones de libras, debido sobre todo a la debilidad del negocio de los préstamos.