Que la tecnología es un gran aliado de nuestra especie, no es noticia. Que el intercambio de bienes es una de las principales y más antiguas actividades humanas, tampoco. Ahora, ¿qué ocurre cuando ambos elementos se combinan para dar paso a nuevas experiencias?
Es en este punto donde la tecnología juega un papel fundamental, no solo para dar nuevas experiencias de compra a los clientes, sino para otorgarle a las empresas ventajas competitivas. Entonces, ¿cómo pueden los avances técnicos dar solución a ambos temas?
La edición 2017 del NRF (National Retail Forum), que se llevó adelante a mediados de enero, fue escenario de la innovación donde la tecnología tuvo un lugar preponderante. Las flamantes herramientas juegan un papel clave para dar solución a las demandas de los consumidores.
Ideal para aquellas empresas dedicadas a la venta de muebles, electrodomésticos y objetos de decoración. De esta forma, los usuarios podrán anticiparse y saber cómo quedará el producto en su hogar antes de adquirirlo y mejorar su decisión de compra.
Coca-Cola Alemania, por ejemplo, utiliza esta tecnología para mostrar a sus clientes dónde ubicar y cómo lucirían las heladeras dentro de sus tiendas. Ikea y Amazon, entre otros, permiten a los usuarios colocar virtualmente los muebles para conocer de antemano cómo quedarán una vez adquiridos.
Adiós a tomar medidas, combinar colores y, sobretodo, devolver productos.
Computación Cognitiva
El uso de Big Data permite analizar grandes cantidades de información para conocer los hábitos de los clientes. Además, habilita a conocer sus preferencias de compra e interactuar en tiempo real con el cliente para simplificarle la operación e incrementar el ticket de venta.
Hacer uso inteligente de los grandes volúmenes de información que hoy se encuentran en los retailers, es una prioridad para ahorrar costos y generar una mejor experiencia al cliente y lograr su fidelización.
El uso de billeteras electrónicas y aplicaciones que transforman el pago en una experiencia más simple, cómoda y segura, es cada vez visto con mejores ojos por las nuevas generaciones de compradores.
Incorporar opciones que van desde anillos que suplantan a las tarjetas de crédito hasta la compra de un producto escaneando un código QR desde un smartphone son algunas de las grandes apuestas que permiten a los usuarios operar tanto presencial como, remoto con un único dispositivo móvil.