Como emprendedor, empresario o trabajador conocemos el valor de cada minuto del día. Todos haríamos casi cualquier cosa por tener más tiempo. Pero a veces es el mismo ambiente laboral y los propios hábitos personales los que nos hacen perder minutos y hasta horas sin que nos demos cuenta. Algunas son las distracciones más comunes.
Redes sociales
Mirar las novedades en Facebook, Twitter o Instagram es una gran forma de estar conectados con los amigos y la familia, pero también quitan tiempo valioso a nuestro día. Las redes sociales se han convertido en adicción. A menos que las usemos para promocionar un negocio, seguro pueden esperar. Esas actualizaciones no se van a ir a ningún lado.
Celulares
No sólo las llamadas y los mensajes de texto son grandes distractores, sino que muchos tenemos Facebook, Instagram, Twitter y otras aplicaciones en el teléfono. Aunque poner el celular en silencio es mejor que nada, cuando vibra en el escritorio nos distrae igualmente y vamos a ver qué pasa. Si de verdad no queremos distraernos, hay que apagarlo o ponerlo en modo de avión mientras se trabaja.
Ambiente caótico de trabajo
El ambiente en la oficina suele ser la distracción más grande y enemiga de nuestra productividad. Si hay que concentrarse en un trabajo, lo mejor es el silencio. No se trata de no ser buenos compañeros, pero contar con un lugar silencioso es importante para trabajar. Una buena idea, aunque puede parecer un poco antisocial, es cerrar la puerta )si se puede) y colgarle una pizarrita para que dejen allìlos mensajes que leeremos màs tarde.
Síndrome de revisar el email
Muchos emprendedores podrían pasar todo su día respondiendo correos. ¿Alguna vez te has encontrado constantemente actualizando tu email? Se lo puede programar para que se actualice cada 30 o 60 minutos. Así se puede verlo rápidamente y responder a cosas urgentes, dejando lo demás para otro momento. Responder a los emails es lo primero que se debe hacer en el día, se puede hacer de nuevo a mediodía y luego otra vez antes de abandonar la oficina. El control minimiza la distracción.
Búsquedas en internet
Es muy fácil llegar a un sitio y pensar que vamos a estar ahí máximo un minuto, pero se pueden pasar hasta horas sin darse cuenta. Revisar resultados en los deportes, leer nuestro blog favorito y rastrear los últimos chismes de Justin Bieber puede esperar.
Aceptar entrevistas no programadas
No sólo esto evitará que seamos productivos en el día sino que manda el mensaje a ciertas personas que nuestro tiempo no es valioso. Claro que las emergencias surgen y a veces se necesita tener una cita al último minuto, pero que no se convierta en hábito.
La pausa para fumar
En los años 70 se podía prender un cigarrillo en la oficina pero hoy eso está prohibido, de manera que el fumador se ve obligado a salir a algún espacio abierto: la calle, el patio o el balcón. Un par de minutos para agarrar nuestras cosas, otro par para salir y para fumar y luego otros para charlar. Multiplicamos esto varias saliditas durante el día y perdemos un montón de tiempo para otras cosas.