De manera histórica, las mujeres han debido luchar por las desigualdades y la búsqueda continua de su desarrollo. Un camino que no ha sido fácil, considerando que dos tercios de la población analfabeta en el mundo son mujeres y en donde la mayoría de la población pobre, son mujeres.
Así mismo con la brecha salarial, en donde las mujeres ganan menos dinero haciendo el mismo trabajo que los hombres, aunque estas tengan los mismos estudios y competencias que los varones. Es decir, las mujeres continúan consiguiendo trabajos de menor jerarquía, solo por ser mujeres.
Durante la pandemia del covid-19, la participación laboral femenina en América Latina se vio perjudicada, retrocediendo una década, viendo una importante afectación en el ámbito social y económico, golpeando la autonomía de ellas en la sociedad.
Según el último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la participación laboral de las mujeres en el 2020 retrocedió a 46%. Así mismo, una investigación del ADP Research Institute®, People at Work 2021: A Global Workforce View, informó que, en la región, el 51% de las mujeres ha recibido compensación económica por recibir un nuevo rol, frente a los hombres que alcanzaron un 60%.
La Cepal también afirmó en su documento, que el 56,9% de las mujeres en América Latina se encuentran laboralmente ocupadas en sectores con empleos de bajos ingresos como es el de empleada doméstica. En Chile, existe un 44,4% de nivel de ocupación en este campo laboral y en Argentina llega al 17,47%.
El escenario laboral femenino en Argentina
El empleo para las mujeres en el país se vio duramente afectado durante la pandemia, provocando un retroceso en la fuerza laboral femenina. Algo que parece quedar atrás según los últimos datos entregados por el Ministerio de Economía, en donde se registra que el tercer trimestre del 2021, las mujeres alcanzaron una actividad de un 50,4% y de un 45,9% de empleo. Superando los niveles de prepandemia y los últimos registrados desde el 2017.
Ahora, si bien las mujeres están teniendo una alta y acelerada recuperación en el mercado laboral, este incremento sigue estando por debajo del de los hombres y más aún, estos empleos están mayoritariamente vinculados a temas de cuidados, con ingresos menores y en situaciones de informalidad.
Así mismo, según los datos entregados por parte del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) las mujeres también están por debajo que los hombres en relación con el acceso a trabajos que estén orientados a puestos más elevados que comprometan puestos de mayor decisión.
Los hombres en cargos de jefaturas llegaron al 8%, mientras que las mujeres solo llegaron a la mitad.
Aun así, el informe de la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género (DNEIyG), afirma que esta recuperación ha sido impulsada por la reactivación de empleos ligados a las áreas de casas particulares, turismo y comercio. Por lo que para este 2022, se tiene como meta lograr fortalecer las políticas en pro del mercado laboral de las mujeres, orientados a que los nuevos empleos sean de mejor calidad.
Compromiso con la equidad laboral
Hoy las empresas se encuentran buscando distintos componentes para mantener una equidad y respeto entre, y para los colaboradores de las empresas. Y bajo esta línea es que ADP se encuentra constantemente revisando el equilibrio entre mujeres y hombres, ya sea para roles de liderazgo, sistema de compensaciones, incorporación de beneficios, entre otros.
“Y si consideramos solamente a los líderes que ocupan posiciones gerenciales, aproximadamente el 40% de los roles es desempeñado por mujeres. Y junto con esto, nos enorgullece indicar que, del comité Ejecutivo de nuestra región, que son los líderes más seniors, está compuesto en un 50% por mujeres. En definitiva, nuestra intención es siempre potenciar al máximo a nuestros colaboradores, pero sin descuidar los aspectos relacionados con la diversidad y también la inclusión” comenta Alejandro Russo, Director Regional de Operaciones y Argentina Country Leader de ADP.
En ADP existen instancias como por ejemplo el Mentoring que está dentro del programa de WIL (Woman in Leadership). Aquí, se ofrece la posibilidad de participar a mujeres que se encuentran en el proceso de ser líderes dentro de la compañía.
Para esto, las mentoras, que también son mujeres del liderazgo senior de la empresa, las acompañan y guían en este proceso hacia un camino exitoso. Una vez finalizado este proceso, las personas que participan en este programa, luego de recibir mentoring de 6 meses a 1 año, pasan a ser mentoras de otras personas.
