<p>En la investigación realizada por Susan Heathfield sobre este tema, uno de los gerentes que entrevistó le dijo lo siguiente: “El error más grande que vi cometer a los gerentes – y conozco unos cuantos – es suponer que saben lo que está pasando”. Y luego agregó su cita favorita de Peter Drucker. "Mucho de lo que llamamos management consiste en hacer lo posible por impedir que la gente haga su trabajo”. Pero muchas son trampas que se pueden evitar. <br />
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<strong>1. Poner demasiada carga en los empleados.</strong> Exigir informes escritos y actualizaciones que juntan polvo en los estantes, pedir propuestas escritas antes de lanzar los proyectos y hacer interminables reuniones para mantenerse informado es, sencillamente, mal management. <br />
Decida lo que quiere saber y cuándo, establezca un claro mecanismo de información para cada tarea y proyecto y mantenga reuniones semanales con los encargados de informar. Asegúrese de que los empleados entiendan las metas y de que tengan información suficiente para tomar decisiones informadas. Luego, apártese del camino.</p>
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<strong>2. Actuar como un haragán. </strong>El empleado que asume un rol gerencial y luego hace poco mientras delega su propio trabajo en otros empleados es despreciado por todos. Los empleados que son responsables de hacerse cargo de lo que no se hace se cargan de resentimiento e infelicidad. Nada contribuye a llenar un lugar de trabajo con sentimientos negativos como un jefe haragán. <br />
Cuentos de jefes que navegan por Internet o chatean en Facebook abundan en estos días. Tener la cara fija en la pantalla de una computadora hace creer al mundo que uno está trabajando. Pero la verdad siempre aflora. No crea que engaña a nadie.</p>
<p><strong>3. Escuchar y atender primero a los que se quejan.</strong> Si hace eso va a convertir a todos en quejosos. Eso ocurre si los empleados perciben que aquellos que se quejan reciben respuestas a sus reclamos con mayor velocidad que los de los demás. Un buen gerente responde a todos por igual y prioriza los problemas según el impacto que tienen sobre las metas del departamento.</p>
<p><strong>4. Compartir demasiada información personal con los que le reportan directamente. </strong>Sus empleados pueden escuchar amablemente, peo en realidad no les importa y no quieren saber. Lo que es más, dar demasiados detalles sobre su vida personal y familiar puede erosionar el respeto por usted y su competencia como gerente.</p>
<p><strong>5. Leer la mente. </strong>Nunca haga suposiciones sobre lo que un empleado está hacienda, pensando, planeando y o el significado de sus acciones sin preguntarle. No suponga que sabe o que puede extraer conclusiones de lo que ve y que comprende lo que quiere decir el empleado. Esto es especialmente importante en situaciones que podría llevar a medidas disciplinarias.</p>
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<p><strong>6. Intercambiar información o chismes sobre los miembros del personal con otros empleados en el departamento o con cualquiera.</strong> Su relación con los empleados que le reportan debe ser siempre confidencial. Lo que ellos le comentan debe morir en usted. Es muy desconcertante escuchar al jefe soltar distraídamente información sobre un compañero. Puede tener un impacto en la relación que ellos tienen entre sí. . Pero siempre va a tener un impacto en la relación de ese empleado con usted. Esto es desastroso para la confianza que necesita mantener en su persona.</p>
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<strong>7. No comunicar información importante a los empleados.</strong> Usted es la fuente de información oficial en el trabajo. Los empleados se adaptan mucho mejor al cambio cuando conocen los cambios que se vienen. Además, necesitan saber cómo los cambios los van a afectar a ellos personalmente, en su trabajo diario. Deben estar preparados y tener tiempo para procesar las posibilidades, antes de que sobrevengan los cambios. <br />
Algunos gerentes no comunican porque acaparan la información como una fuente de poder. Otros no lo hacen porque se pierden en las actividades del día a día. Otros porque no alcanzan a comprender el impacto de la información en la gente. En cualquier caso, retener información siempre es contraproducente. Los empleados necesitan tener toda la información que usted pueda ofrecer para trabajar bien.</p>
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<strong>8. Tomar a la gente como empleados personales. </strong>No importa que usted sea el dueño o el gerente de la compañía, pedir a los empleados que hagan su tarea personal, o que cumplan encargos personales en horas de trabajo, es algo que no se debe hacer. A los empleados no les gusta hacer lo que no corresponde y eso no contribuye a cumplir con los objetivos del departamento. Los empleados no son sirvientes personales que deban hacerle sus mandados.</p>
<p><strong>9. Hacer mal uso del sistema evaluatorio de la compañía y no hacer devoluciones regulares sobre el desempeño de los empleados.</strong> Todos los empleados necesitan devoluciones en forma regular. La devolución es una forma importante en que los empleados aprenden y crecen en su trabajo y en su carrera. Esperar hasta la evaluación anual es cruel y no sirve a los intereses del departamento u organización. <br />
Además, usar mal la revisión anual destruye la confianza del empleado y crea un ambiente en el cual los empleados tienen miedo de cometer errores. Decirles en la revisión anual que usted les da un 3 o un 4 en lugar de cinco porque todos necesitan margen para creer es una tontería. También destruye la motivación.</p>
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<strong>10. Mostrar falta de decisión o tratar de complacer a todos. </strong>Los mejores gerentes son líderes y dan a sus empleados la sensación de que van a tomar las medidas que haga falta. Las medidas pueden gustarles o no, pero sabrán que el gerente ha considerado todas las consecuencias y ha llegado a una decisión pensada. Es más fácil seguir a un gerente que tome decisiones y ejecute las acciones requeridas por esa decisión.</p>
<p>Un gerente que vacila, cambia de idea, mueve al grupo en nuevas direcciones según la última información que recibe y nunca parece estar en el camino correcto, vuelve locos a sus empleados porque siempre están comenzando de nuevo. <br />
Todos estos son malos hábitos que se interponen en el éxito de un gerente. </p>