Una gran idea que aprovecha la ineficiencia del negocio de la música

La tuvo Orchard, un distribuidor de música que vende temas a iTunes, Napster, Yahoo y otros servicios de música digital. Consiste en aprovechar la inmensa cantidad de música que es ignorada por los grandes sellos y venderla a servicios de Internet.

9 enero, 2006

Greg Scholl, hoy CEO de Orchard, se interiorizó sobre el funcionamiento del negocio de la música trabajando en el grupo de medios y entretenimiento de la consultora. Advirtió entonces que que a los principales sellos musicales sólo les interesa crear “hits” y casi nunca ganan difundiendo temas que vendan menos de varios cientos de miles de copias. Ahora, como director ejecutivo de The Orchard, Scholl está tratando de aprovechar en su favor esa ineficiencia.

The Orchard busca ganar dinero comprando música a pequeños sellos independientes, generalmente extranjeros, para luego distribuirla entre los servicios musicales digitales que operan en Internet. En la mayoría de las casas de música, un CD de, pongamos, bandas pop de China o Kenia aparecen relegadas a un rincón con “música del mundo” como un gran gesto de consideración. Pero la contabilidad de las tiendas online está cambiando los cálculos financieros del negocio musical, porque para ellas es rentable vender un número relativamente bajo de copias de una canción, siempre y cuando no se fabrique y distribuya un CD.

Entonces, en lugar de tratar de vender millones de varios cientos de álbumes, como es la estrategia del negocio musical estándar, The Orchard aspira a vender varios cientos de copias de miles de álbumes. De esa forma, la compañía calcula que las ventas describirán un patrón conocido como “de larga cola” , en el cual un gran número de marginalmente populares pueden llegar a producir ganancias importantes.

Hasta ahora,The Orchard ha cerrado acuerdos para vender a varios servicios unas 650.000 pistas provenientes de 72 países. Entre esas pistas hay música de bandas relativamente conocidas y millares de canciones populares chinas.

Hay más empresas tratando de aprovechar esta oportunidad que deja servida el negocio de los sellos musicales. Una es la Independent Online Distribution Alliance, que acaba de obtener los derechos para distribuir en forma digital 60.000 albums del sello musical estatal chino. La apuesta que hacen es que los servicios online van a aumentar la demanda de música que antes no era popular.

El analista de Forrester Research, Ted Schadler, lo explica de esta forma: “En el mundo de los discos plásticos, hay dos obstáculos para obtener la música que queremos: O no está en el comercio, o nunca la hemos escuchado. Con la distribución digital, el primer obstáculo desaparece. El segundo se facilita por los motores de búsqueda, los motores de recomendación y tecnologías similares”.

Greg Scholl, hoy CEO de Orchard, se interiorizó sobre el funcionamiento del negocio de la música trabajando en el grupo de medios y entretenimiento de la consultora. Advirtió entonces que que a los principales sellos musicales sólo les interesa crear “hits” y casi nunca ganan difundiendo temas que vendan menos de varios cientos de miles de copias. Ahora, como director ejecutivo de The Orchard, Scholl está tratando de aprovechar en su favor esa ineficiencia.

The Orchard busca ganar dinero comprando música a pequeños sellos independientes, generalmente extranjeros, para luego distribuirla entre los servicios musicales digitales que operan en Internet. En la mayoría de las casas de música, un CD de, pongamos, bandas pop de China o Kenia aparecen relegadas a un rincón con “música del mundo” como un gran gesto de consideración. Pero la contabilidad de las tiendas online está cambiando los cálculos financieros del negocio musical, porque para ellas es rentable vender un número relativamente bajo de copias de una canción, siempre y cuando no se fabrique y distribuya un CD.

Entonces, en lugar de tratar de vender millones de varios cientos de álbumes, como es la estrategia del negocio musical estándar, The Orchard aspira a vender varios cientos de copias de miles de álbumes. De esa forma, la compañía calcula que las ventas describirán un patrón conocido como “de larga cola” , en el cual un gran número de marginalmente populares pueden llegar a producir ganancias importantes.

Hasta ahora,The Orchard ha cerrado acuerdos para vender a varios servicios unas 650.000 pistas provenientes de 72 países. Entre esas pistas hay música de bandas relativamente conocidas y millares de canciones populares chinas.

Hay más empresas tratando de aprovechar esta oportunidad que deja servida el negocio de los sellos musicales. Una es la Independent Online Distribution Alliance, que acaba de obtener los derechos para distribuir en forma digital 60.000 albums del sello musical estatal chino. La apuesta que hacen es que los servicios online van a aumentar la demanda de música que antes no era popular.

El analista de Forrester Research, Ted Schadler, lo explica de esta forma: “En el mundo de los discos plásticos, hay dos obstáculos para obtener la música que queremos: O no está en el comercio, o nunca la hemos escuchado. Con la distribución digital, el primer obstáculo desaparece. El segundo se facilita por los motores de búsqueda, los motores de recomendación y tecnologías similares”.

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