Una estrategia inteligente que vence a la miopía
Kraft Foods, que compra casi 10% de toda la oferta cafetalera, pone fin a la miopía de sus colegas y acepta pagar una diferencia por café producido de manera sustentable, o sea en chacras que respetan el ambiente y pagan bien a los jornaleros.
8 octubre, 2003
El gigante de la alimentación aceptó incorporar a las mezclas que
conforman sus principales marcas europeas (Kenco, Jacobs, Gevalia y Carte Noire)
granos de café con certificación de producción sustentable.
El acuerdo que firmó con Rainforest Alliance (una asociación
sin fines de lucro) es el primer intento serio de hacer frente a la crisis que
hizo desplomar el precio internacional del café. En África y América
latina, el precio es casi siempre inferior al costo de producción, lo
cual hace peligrar la subsistencia de no menos de 25 millones de agricultores
y, a largo plazo, la oferta de granos de calidad.
"Estamos en este negocio desde hace 100 años y queremos estar otros
100. Ahora estamos bien, pero tenemos que asegurar que vamos a disponer de las
variedades de café que necesitamos en los próximos 20 años",
dice Annemieke Wijn, directora para la sustentabilidad de los productos primarios
de Kraft Foods. "No es filantropía. Es una forma más eficiente
y competitiva de hacer negocios. Se trata de incorporar a nuestras principales
marcas café de alta calidad producido en forma sustentable".
Es la primera vez que un gigante del café acepta firmar un acuerdo con
un certificador de calidad. Tensie Whelan, director ejecutivo de Rainforest
Alliance, dice que el paso dado por Kraft marca el comienzo de la transformación
de la industria del café.
Según el acuerdo, Kraft comprará 2,5 millones de kilos de café
a Brasil y, si todo va bien, duplicaría la cantidad para 2005. Las compras
representan sólo una fracción del gasto total de Kraft en café.
Para el año próximo, la empresa proyecta sacar una marca de café
certificado para el servicio al mercado no hogareño (universidades, organismos
de gobierno y otras instituciones).
El gigante de la alimentación aceptó incorporar a las mezclas que
conforman sus principales marcas europeas (Kenco, Jacobs, Gevalia y Carte Noire)
granos de café con certificación de producción sustentable.
El acuerdo que firmó con Rainforest Alliance (una asociación
sin fines de lucro) es el primer intento serio de hacer frente a la crisis que
hizo desplomar el precio internacional del café. En África y América
latina, el precio es casi siempre inferior al costo de producción, lo
cual hace peligrar la subsistencia de no menos de 25 millones de agricultores
y, a largo plazo, la oferta de granos de calidad.
"Estamos en este negocio desde hace 100 años y queremos estar otros
100. Ahora estamos bien, pero tenemos que asegurar que vamos a disponer de las
variedades de café que necesitamos en los próximos 20 años",
dice Annemieke Wijn, directora para la sustentabilidad de los productos primarios
de Kraft Foods. "No es filantropía. Es una forma más eficiente
y competitiva de hacer negocios. Se trata de incorporar a nuestras principales
marcas café de alta calidad producido en forma sustentable".
Es la primera vez que un gigante del café acepta firmar un acuerdo con
un certificador de calidad. Tensie Whelan, director ejecutivo de Rainforest
Alliance, dice que el paso dado por Kraft marca el comienzo de la transformación
de la industria del café.
Según el acuerdo, Kraft comprará 2,5 millones de kilos de café
a Brasil y, si todo va bien, duplicaría la cantidad para 2005. Las compras
representan sólo una fracción del gasto total de Kraft en café.
Para el año próximo, la empresa proyecta sacar una marca de café
certificado para el servicio al mercado no hogareño (universidades, organismos
de gobierno y otras instituciones).