Un hotel para niños

La publicidad lo presenta como el primer hotel internacional para niños de Berlín. El “Kinderinsel” es una guardería permanente, no sólo para cuidar hijos de berlineses sino también los de turistas que visitan la ciudad.

10 mayo, 2006

Kinderinsel (en alemán, “la isla de los niños”) emplea a educadoras con experiencia que ofrecen a los niños atención, cuidado y experiencias divertidas que incluyen artes, manualidades, música y visitas a museos, estudios de filmación y otros lugares interesantes.

Los padres que necesitan ausentarse por un fin de semana pueden anotar a sus hijos por un “curso en la isla”, que es un fin de semana lleno de entretenimientos que combinan desarrollo personal con juegos y programas especiales, como una noche egipcia o una fiesta de disfraces con hadas, brujas y magos.

Los huéspedes de este hotel tienen entre 0 y 14 años de edad, llegan de todas partes del mundo y pueden quedarse desde un mínimo de tres horas hasta un máximo de tres semanas.

La idea del negocio, en este mundo actual que funciona 24/7 (24 horas al día los 7 días de la semana) tiene muchas posibilidades de éxito, especialmente si se la combina, como en este caso, con una buena dosis de creatividad y desarrollo infantil.

El plan de negocios del Kinderinsel fue ganador en la competencia de 1999 del Investitionsbank de Berlín. Fue fundado en marzo de 2000 y en diciembre de ese año, se instaló en su domicilio actual, en el corazón más antiguo de la ciudad. Debido a su éxito, pronto habrá Kinderinsels en Hamburgo, Frankfurt y Munich.

Un emprendimiento similar abrirá pronto en Auckland, Nueva Zelanda. En realidad, cualquier gran ciudad del mundo podría hacerle lugar a un hotel infantil, o se trata de una idea interesante como adicional para hoteles existentes, que atiendan tanto a residentes como a locales.

Kinderinsel (en alemán, “la isla de los niños”) emplea a educadoras con experiencia que ofrecen a los niños atención, cuidado y experiencias divertidas que incluyen artes, manualidades, música y visitas a museos, estudios de filmación y otros lugares interesantes.

Los padres que necesitan ausentarse por un fin de semana pueden anotar a sus hijos por un “curso en la isla”, que es un fin de semana lleno de entretenimientos que combinan desarrollo personal con juegos y programas especiales, como una noche egipcia o una fiesta de disfraces con hadas, brujas y magos.

Los huéspedes de este hotel tienen entre 0 y 14 años de edad, llegan de todas partes del mundo y pueden quedarse desde un mínimo de tres horas hasta un máximo de tres semanas.

La idea del negocio, en este mundo actual que funciona 24/7 (24 horas al día los 7 días de la semana) tiene muchas posibilidades de éxito, especialmente si se la combina, como en este caso, con una buena dosis de creatividad y desarrollo infantil.

El plan de negocios del Kinderinsel fue ganador en la competencia de 1999 del Investitionsbank de Berlín. Fue fundado en marzo de 2000 y en diciembre de ese año, se instaló en su domicilio actual, en el corazón más antiguo de la ciudad. Debido a su éxito, pronto habrá Kinderinsels en Hamburgo, Frankfurt y Munich.

Un emprendimiento similar abrirá pronto en Auckland, Nueva Zelanda. En realidad, cualquier gran ciudad del mundo podría hacerle lugar a un hotel infantil, o se trata de una idea interesante como adicional para hoteles existentes, que atiendan tanto a residentes como a locales.

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