Todo se reduce a vender status

Trendwatching, una publicación online que detecta tendencias de compra para dar pautas a fabricantes y anunciantes, dice, en su publicación de noviembre que todo aquel que tenga algo para vender deberá recordar que mucha gente busca status.

27 noviembre, 2007

En una sociedad tradicional de consumo se entiende que todo aquel que consuma
más cantidad de lo mejor, lo más elegante, lo más caro, lo
más escaso, por lo general adquiere también más status social.

Como esto no va a cambiar con el cambio de año, razona Trendwatching, todo
productor o anunciante que esté por trazar una estrategia o proyectar un
nuevo producto o servicio para sus clientes, deberá tener esto presente.
Porque en las sociedades maduras, donde el consumo está dominado por la
abundancia, la saturación, las experiencias, los mundos virtuales, el individualismo
y la participación, se puede obtener status de muchas maneras, no solamente
ni necesariamente acumulando objetos de lujo.

La publicación habla de distintas “esferas de status”, que comprenden
una serie de estilos de vida o actividades aplicables a consumidores que buscan
el reconocimiento de la sociedad por distintos caminos.

Esfera tradicional

El consumo tradicional implica comprar más y mejores cosas que los demás
consumidores. Esta esfera, lejos de desaparecer, seguirá fuerte en 2008,
pues hay en el mundo cientos de millones de personas que siguen queriendo consumir
más de las mejores marcas. Y por más que el consumo conspicuo pareciera
estar algo relegado en las sociedades de consumo maduro, no hay que olvidar a
las clases medias emergentes en China, India, Rusia, y el resto de los países
emergentes.

Con tanta riqueza nueva y poder adquisitivo disponible en el mundo, no sólo
se puede ganar dinero con la venta de artículos premium sino que hay una
necesidad constante de redefinir qué constituye lujo y qué constituye
status en las diferentes sociedades. Si millones de personas tienen acceso a los
mismos artículos premium, a las mismas marcas premium, esas ofertas pierden
algo de su valor, porque su razón de ser era ofrecer algo que los demás
no pudieran tener. La escasez se está volviendo menos escasa y la riqueza
siempre es relativa. Eso está llevando a una “desesperación
por status” entre todos los que gozan de bienestar económico.

De modo que en un terreno que se ha llenado de consumidores de clase media y buen
poder adquisitivo, los objetos de lujo tomarán aspectos más espectaculares
y tendrán costos altos como nunca.
Pero antes de llegar a ese nivel de “desesperación por status”
hay bastante margen para la innovación dentro de la esfera tradicional.

Esfera transitoria

Esta esfera es atractiva para consumidores que buscan experiencias más
que posesiones permanentes. Consumidores que buscan entretenimiento, descubrimientos,
que detestan aburrirse, que van, vienen, alquilan y se liberan de los inconvenientes
de las posesiones permanentes. Son consumidores transitorios.

Esfera Online

En el mundo virtual, el status social 2.0 gira alrededor de con quién nos
conectamos y quién se conecta con nosotros, en un estilo algo tribal. También
engloba qué cantidad de personas ven las fotos que ponemos en Internet,
o la cantidad de amigos que tenemos en Facebook, o la habilidad en los videojuegos
y los niveles que dominamos.

Eco esfera

Ahora que el medio ambiente definitivamente se ha instalado en la agenda de la
mayoría de los países, y con millones de consumidores tratando activamente
de dar un color cada vez más verde a su vida, el status en la eco-esfera
está aumentando su valor. Los productos que no contaminen – como los autos
híbridos — se distinguirán de los demás, aunque cuesten
más.

Esfera participativa

Especialmente entre los más jóvenes, la participación es
el nuevo consumo. Para esos seres creativos, el status se obtiene encontrando
un público que aprecie lo que tienen para ofrecer, lo cual es bastante
parecido a la forma en que operan las marcas. Entonces, aquí, los tradicionales
“símbolos de status” dan paso a las “habilidades de status”.

En una sociedad tradicional de consumo se entiende que todo aquel que consuma
más cantidad de lo mejor, lo más elegante, lo más caro, lo
más escaso, por lo general adquiere también más status social.

Como esto no va a cambiar con el cambio de año, razona Trendwatching, todo
productor o anunciante que esté por trazar una estrategia o proyectar un
nuevo producto o servicio para sus clientes, deberá tener esto presente.
Porque en las sociedades maduras, donde el consumo está dominado por la
abundancia, la saturación, las experiencias, los mundos virtuales, el individualismo
y la participación, se puede obtener status de muchas maneras, no solamente
ni necesariamente acumulando objetos de lujo.

La publicación habla de distintas “esferas de status”, que comprenden
una serie de estilos de vida o actividades aplicables a consumidores que buscan
el reconocimiento de la sociedad por distintos caminos.

Esfera tradicional

El consumo tradicional implica comprar más y mejores cosas que los demás
consumidores. Esta esfera, lejos de desaparecer, seguirá fuerte en 2008,
pues hay en el mundo cientos de millones de personas que siguen queriendo consumir
más de las mejores marcas. Y por más que el consumo conspicuo pareciera
estar algo relegado en las sociedades de consumo maduro, no hay que olvidar a
las clases medias emergentes en China, India, Rusia, y el resto de los países
emergentes.

Con tanta riqueza nueva y poder adquisitivo disponible en el mundo, no sólo
se puede ganar dinero con la venta de artículos premium sino que hay una
necesidad constante de redefinir qué constituye lujo y qué constituye
status en las diferentes sociedades. Si millones de personas tienen acceso a los
mismos artículos premium, a las mismas marcas premium, esas ofertas pierden
algo de su valor, porque su razón de ser era ofrecer algo que los demás
no pudieran tener. La escasez se está volviendo menos escasa y la riqueza
siempre es relativa. Eso está llevando a una “desesperación
por status” entre todos los que gozan de bienestar económico.

De modo que en un terreno que se ha llenado de consumidores de clase media y buen
poder adquisitivo, los objetos de lujo tomarán aspectos más espectaculares
y tendrán costos altos como nunca.
Pero antes de llegar a ese nivel de “desesperación por status”
hay bastante margen para la innovación dentro de la esfera tradicional.

Esfera transitoria

Esta esfera es atractiva para consumidores que buscan experiencias más
que posesiones permanentes. Consumidores que buscan entretenimiento, descubrimientos,
que detestan aburrirse, que van, vienen, alquilan y se liberan de los inconvenientes
de las posesiones permanentes. Son consumidores transitorios.

Esfera Online

En el mundo virtual, el status social 2.0 gira alrededor de con quién nos
conectamos y quién se conecta con nosotros, en un estilo algo tribal. También
engloba qué cantidad de personas ven las fotos que ponemos en Internet,
o la cantidad de amigos que tenemos en Facebook, o la habilidad en los videojuegos
y los niveles que dominamos.

Eco esfera

Ahora que el medio ambiente definitivamente se ha instalado en la agenda de la
mayoría de los países, y con millones de consumidores tratando activamente
de dar un color cada vez más verde a su vida, el status en la eco-esfera
está aumentando su valor. Los productos que no contaminen – como los autos
híbridos — se distinguirán de los demás, aunque cuesten
más.

Esfera participativa

Especialmente entre los más jóvenes, la participación es
el nuevo consumo. Para esos seres creativos, el status se obtiene encontrando
un público que aprecie lo que tienen para ofrecer, lo cual es bastante
parecido a la forma en que operan las marcas. Entonces, aquí, los tradicionales
“símbolos de status” dan paso a las “habilidades de status”.

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