¿Qué pasó con los movimientos de calidad?

Masaaki Imai, el ideólogo de la “mejora continua” (Kaizen en japonés) aboga por una gestión económica con sentido común.

5 septiembre, 2008

<p>Masaaki Imai&nbsp; cree que el error de muchos movimientos de calidad estuvo en que se dedicaron a conseguir&nbsp; una &ldquo;etiqueta de certificaci&oacute;n&rdquo;. Persiguieron el aspecto formal sin ir al fondo del asunto, que es realizar una limpieza profunda de procesos redundantes, no eliminaron lo que el denomina desperdicios (en japon&eacute;s, &ldquo;muda&rdquo;).<br />
Para esa eliminaci&oacute;n de desperdicios hace falta, dice, nada m&aacute;s sofisticado que el sentido com&uacute;n. El sentido com&uacute;n y la correcta motivaci&oacute;n de las personas deber&iacute;an bastar para permitir una paulatina mejora en los procesos de trabajo. &Eacute;sa es la posici&oacute;n &ldquo;oriental&rdquo; que destac&oacute; recientemente Imai en una visita a Portugal, contraponi&eacute;ndola a las estrategias de tipo &ldquo;occidental&rdquo; que requieren mucho dinero y la aplicaci&oacute;n de tecnolog&iacute;a.<br />
Imai&nbsp; fue el creador del concepto 'kaizen' (&ldquo;<em>Kai</em>&rdquo;, cambio y &ldquo;<em>zen</em>&rdquo;, para mejor). De esa conjunci&oacute;n naci&oacute; una estrategia minuciosa de mejoras graduales implementadas continuamente, que los japoneses consideran como el fundamento de su 'milagro' industrial de la pos-guerra.</p>
<p>La teor&iacute;a se hizo p&uacute;blica en 1986 en un libro que Imai titul&oacute; &quot;Kaizen-The Key to Japan&rsquo;s Competitive Success&quot; y fue, en realidad, una especie de paraguas que cobij&oacute; pr&aacute;cticas ya conocidas como el &ldquo;<em>Just in time</em>&rdquo; o el control de calidad total.<br />
Al hacer esta combinaci&oacute;n de piezas ya conocidas, Imai cre&oacute; una filosof&iacute;a y le puso marca.</p>
<p><strong>Lo que falla</strong><br />
Muchas veces ocurre que los premios de calidad (como el famoso Premio Demming) o las etiquetas de certificaci&oacute;n no garantizan &eacute;xito. Las personas descubren despu&eacute;s que tienen que encaminarse hacia algo que deber&iacute;an haber hecho previamente, que deber&iacute;a ser una pre-condici&oacute;n: combatir el desperdicio, o sea todo lo que no agrega valor&quot;, dice.</p>
<p>&nbsp;&quot;El principal error de muchos profesionales y consultores de la calidad es depender demasiado de la tecnolog&iacute;a o de herramientas sofisticadas, de las estad&iacute;sticas, de los programas de computaci&oacute;n, de los cuadros complejos que s&oacute;lo un peque&ntilde;o grupo selecto puede comprender&rdquo;.</p>
En s&iacute;ntesis, para Imai el 'kaizen' apuesta a un esfuerzo continuado, en soluciones econ&oacute;micas basadas en el ingenio de las personas, en el que todos se involucran y en la idea central de la guerra al desperdicio. &ldquo;Eso exige que lavarse las manos varias veces por d&iacute;a&quot;, agrega con humor.

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