Por fin, dejan de bonificarse directivos con opciones accionarias

Así, International Business Machines acaba de informar que ya no otorgará ese tipo de beneficios a los miembros independientes de la junta. En realidad, suelen ser millonarios que bien podrían actuar “ad honorem”.

21 diciembre, 2006

La decisión de Big Blue es otro golpe al abuso de opciones como instrumentos remuneratorios. Desde enero, pues, ese grupo percibirá su salario anual (US$ 200.000 cada uno, una bicoca) en acciones sin voto o parcialmente en efectivo.

En esa empresa y tantas otras, directores y jerárquicos han aprovechado durante largo tiempo de la mezcla efectivo-acciones-opciones. El tercer componente permite pagar menos impuestos a las compañías y los beneficiados.

Ello responde a una filosofía ofertista tenazmente sostenida por George W.Bush: los ricos deben tributar lo menos posible, así destinan sus ganancias a estimular la economía. No en vano, su actual secretario de hacienda, Henry Paulson, un magnate que lideraba Goldman Sachs.

Pero años de sospechas y escándalos han minado ese recurso. Hace poco tiempo, a la sazón, se descubrió el cambio ilegal de fechas, por el cual firmas de Silicon valley las corría para hacer las opciones más lucrativas al momento de revenderse o convertirse. Vale decir, se antedataban o posdataban para aumentar la diferencia entre el precio original y el del momento de ejercerlas. El escándalo fue velozmente tapado, pero ahora empìeza a surtir efecto.

En realidad, el pago con opciones viene perdiendo terreno desde principio de siglo, cuando fue detonado por el desinfle de la burbuja puntocom, sus acciones y opciones. En 2001, 80% de los directorios las percibía, cifra que bajó en 2005 a 53%. Algunos expertos estiman que, hacia 2010, no pasará de 10% en Estados Unidos.

La decisión de Big Blue es otro golpe al abuso de opciones como instrumentos remuneratorios. Desde enero, pues, ese grupo percibirá su salario anual (US$ 200.000 cada uno, una bicoca) en acciones sin voto o parcialmente en efectivo.

En esa empresa y tantas otras, directores y jerárquicos han aprovechado durante largo tiempo de la mezcla efectivo-acciones-opciones. El tercer componente permite pagar menos impuestos a las compañías y los beneficiados.

Ello responde a una filosofía ofertista tenazmente sostenida por George W.Bush: los ricos deben tributar lo menos posible, así destinan sus ganancias a estimular la economía. No en vano, su actual secretario de hacienda, Henry Paulson, un magnate que lideraba Goldman Sachs.

Pero años de sospechas y escándalos han minado ese recurso. Hace poco tiempo, a la sazón, se descubrió el cambio ilegal de fechas, por el cual firmas de Silicon valley las corría para hacer las opciones más lucrativas al momento de revenderse o convertirse. Vale decir, se antedataban o posdataban para aumentar la diferencia entre el precio original y el del momento de ejercerlas. El escándalo fue velozmente tapado, pero ahora empìeza a surtir efecto.

En realidad, el pago con opciones viene perdiendo terreno desde principio de siglo, cuando fue detonado por el desinfle de la burbuja puntocom, sus acciones y opciones. En 2001, 80% de los directorios las percibía, cifra que bajó en 2005 a 53%. Algunos expertos estiman que, hacia 2010, no pasará de 10% en Estados Unidos.

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