Podría haber un Pearl Harbor electrónico.

El principal coordinador de seguridad del gobierno de Estados Unidos, Richard Clarke, dijo un día que el país podía confrontar un “Pearl Harbor electrónico” si no reforzaba sus defensas electrónicas. Hoy, su pronóstico es igualmente amenazador.

29 mayo, 2001

Además de una creciente dependencia en los sistemas basados en la Web, la sofisticación de los atacantes electrónicos origina una situación sumamente peligrosa, destacó el especialista durante la reunión para ejecutivos de alta tecnología, Global Internet Project. Clarke es coordinador nacional de seguridad, protección de infraestructura y terrorismo oculto de la Administración Bush.

Los atacantes sofisticados presentan una amenaza mucho más aterradora para los sistemas estadounidenses que los hackers de “14 años” que atacan sitios Web, afirma.

El mayor vigilante de seguridad cibernética del gobierno continúa sus esfuerzos por reunir a los líderes de la industria de alta tecnología con el propósito de desarrollar un nuevo plan de infraestructura nacional. Los tecnólogos deben desempeñar un papel mucho más activo en la dirección de la seguridad cibernética nacional, sostiene.

Como integrante de la administración del ex presidente Clinton, colaboró en el diseño del primer plan de protección de infraestructura nacional en 1999. Hoy, explica que, pese a ser una herramienta valiosa, el llamado plan Version 1.0 no sirve demasiado para apoyar a la industria.

“El primer plan fue un buen intento, pero fue escrito por burócratas”, cuenta. Cuando se autorizó la creación de un nuevo plan, el presidente Bush exigió que los líderes industriales desempeñaran un papel central en dicho proceso.

Según Clarke, el gobierno puede esforzarse hasta cierto punto para proteger la infraestructura de la nación.

“Lo que no vamos a hacer es aprobar nuevas reglamentaciones públicas”, comenta Clarke. Sin embargo, ante esta iniciativa de no intervención, el problema de la creciente vulnerabilidad electrónica pasa a manos de la industria de alta tecnología, advierte. “Tenemos que ser capaces de probar que el gobierno hace su parte en los acuerdos (público-privado).”

El presidente Harris Miller de la Information Technology Association of America (ITAA) sostiene que la industria está dispuesta a afrontar el desafío. “La industria está preparada a colaborar con el gobierno”, refutó a los comentarios de Clarke.

Además de una creciente dependencia en los sistemas basados en la Web, la sofisticación de los atacantes electrónicos origina una situación sumamente peligrosa, destacó el especialista durante la reunión para ejecutivos de alta tecnología, Global Internet Project. Clarke es coordinador nacional de seguridad, protección de infraestructura y terrorismo oculto de la Administración Bush.

Los atacantes sofisticados presentan una amenaza mucho más aterradora para los sistemas estadounidenses que los hackers de “14 años” que atacan sitios Web, afirma.

El mayor vigilante de seguridad cibernética del gobierno continúa sus esfuerzos por reunir a los líderes de la industria de alta tecnología con el propósito de desarrollar un nuevo plan de infraestructura nacional. Los tecnólogos deben desempeñar un papel mucho más activo en la dirección de la seguridad cibernética nacional, sostiene.

Como integrante de la administración del ex presidente Clinton, colaboró en el diseño del primer plan de protección de infraestructura nacional en 1999. Hoy, explica que, pese a ser una herramienta valiosa, el llamado plan Version 1.0 no sirve demasiado para apoyar a la industria.

“El primer plan fue un buen intento, pero fue escrito por burócratas”, cuenta. Cuando se autorizó la creación de un nuevo plan, el presidente Bush exigió que los líderes industriales desempeñaran un papel central en dicho proceso.

Según Clarke, el gobierno puede esforzarse hasta cierto punto para proteger la infraestructura de la nación.

“Lo que no vamos a hacer es aprobar nuevas reglamentaciones públicas”, comenta Clarke. Sin embargo, ante esta iniciativa de no intervención, el problema de la creciente vulnerabilidad electrónica pasa a manos de la industria de alta tecnología, advierte. “Tenemos que ser capaces de probar que el gobierno hace su parte en los acuerdos (público-privado).”

El presidente Harris Miller de la Information Technology Association of America (ITAA) sostiene que la industria está dispuesta a afrontar el desafío. “La industria está preparada a colaborar con el gobierno”, refutó a los comentarios de Clarke.

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