Merck y Pfizer con graves dilemas sobre publicidad

Si, como se espera, la FDA permite a Pfizer mantener en el mercado los fármacos Celebrex y Bextra, y a Merck, seguir vendiendo Vioxx , ¿cómo harán esas dos farmoquímicas para encarar la publicidad de medicamentos cuya seguridad fue puesta en duda?

23 febrero, 2005

Lo primero que deberán decidir, ambos laboratorios, es si hacer o no publicidad
de medicamentos que fueron retirados del mercado hasta que el organismo regulador
tuviera la plena seguridad de que los calmantes no son peligrosos. Luego de tres
días de deliberaciones, la mayoría de los miembros del panel asesor
de la FDA se manifestaron en contra de que volviera a haber publicidad de las
marcas observadas; otros la permiten, pero con fuertes advertencias en los avisos.

Un portavoz de Merck dijo a la prensa que es prematuro especular sobre el retorno
de Vioxx, y por lo tanto, mucho más para deliberar si se va a retomar la
publicidad al consumidor. La mayoría del panel de expertos concluyó
que los posibles beneficios de Vioxx parecen superar los riesgos en algunos pacientes,
pero sin embargo la decisión no respalda el uso generalizado. Los tres
fármacos implican algún riesgo de problema cardíaco y deberían
incluirse serias advertencias en las etiquetas. Sin embargo, en su recomendación
a las autoridades de la FDA, los miembros del panel no se expiden sobre el tema
publicidad.

Pfizer deja abierto el posible retorno a la publicidad. Celebrex y Vioxx, dos
drogas que pertenecen a la clase conocida como inhibidores Cox-2, fueron en un
tiempo los medicamentos con receta con mayor publicidad al público consumidor.
Merck gastó US$ 78 millones en publicidad de Vioxx en 2003 y US$ 72 millones
durante los primeros nueve meses de 2004. Pfizer gastó US$ 87 millones
en avisos de Celebrex en 2003 y US$ 71 millones en los primeros nueve meses de
2004. Merck interrumpió la publicidad de Vioxx cuando retiró la
droga del mercado en septiembre. Pfizer, a instancias de la FDA, aceptó
reducir sus comerciales de Celebrex y Bextra hasta que se superen las preocupaciones
sobre posibles efectos secundarios.

La FDA no tiene muchos poderes para detener la publicidad al consumidor. Pero
lo que sí puede hacer – y parecería que hará – es exigir
la inclusión de advertencias sobre riesgos cardiovasculares. Esas advertencias
deberán ser escritas en una “caja negra” en la etiqueta y equivaldrían
al alerta más duro.
En cualquier caso, no es probable que Pfizer o Merck aparezcan en las pantallas
por varios meses. Comerciales con fuertes advertencias podrían terminar
asustando a la gente más que si no hicieran publicidad.

Lo primero que deberán decidir, ambos laboratorios, es si hacer o no publicidad
de medicamentos que fueron retirados del mercado hasta que el organismo regulador
tuviera la plena seguridad de que los calmantes no son peligrosos. Luego de tres
días de deliberaciones, la mayoría de los miembros del panel asesor
de la FDA se manifestaron en contra de que volviera a haber publicidad de las
marcas observadas; otros la permiten, pero con fuertes advertencias en los avisos.

Un portavoz de Merck dijo a la prensa que es prematuro especular sobre el retorno
de Vioxx, y por lo tanto, mucho más para deliberar si se va a retomar la
publicidad al consumidor. La mayoría del panel de expertos concluyó
que los posibles beneficios de Vioxx parecen superar los riesgos en algunos pacientes,
pero sin embargo la decisión no respalda el uso generalizado. Los tres
fármacos implican algún riesgo de problema cardíaco y deberían
incluirse serias advertencias en las etiquetas. Sin embargo, en su recomendación
a las autoridades de la FDA, los miembros del panel no se expiden sobre el tema
publicidad.

Pfizer deja abierto el posible retorno a la publicidad. Celebrex y Vioxx, dos
drogas que pertenecen a la clase conocida como inhibidores Cox-2, fueron en un
tiempo los medicamentos con receta con mayor publicidad al público consumidor.
Merck gastó US$ 78 millones en publicidad de Vioxx en 2003 y US$ 72 millones
durante los primeros nueve meses de 2004. Pfizer gastó US$ 87 millones
en avisos de Celebrex en 2003 y US$ 71 millones en los primeros nueve meses de
2004. Merck interrumpió la publicidad de Vioxx cuando retiró la
droga del mercado en septiembre. Pfizer, a instancias de la FDA, aceptó
reducir sus comerciales de Celebrex y Bextra hasta que se superen las preocupaciones
sobre posibles efectos secundarios.

La FDA no tiene muchos poderes para detener la publicidad al consumidor. Pero
lo que sí puede hacer – y parecería que hará – es exigir
la inclusión de advertencias sobre riesgos cardiovasculares. Esas advertencias
deberán ser escritas en una “caja negra” en la etiqueta y equivaldrían
al alerta más duro.
En cualquier caso, no es probable que Pfizer o Merck aparezcan en las pantallas
por varios meses. Comerciales con fuertes advertencias podrían terminar
asustando a la gente más que si no hicieran publicidad.

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