Los secretos del hacer hacer cotidiano

Todo directivo debe resolver el problema de alcanzar resultados que están por encima de sus capacidades individuales. Frente a este reto sólo caben dos alternativas: “hacer” más cosas, o bien “hacer hacer”, es decir, DELEGAR.

18 mayo, 2001

Dirigir es el arte de conseguir resultados a través de las personas. Dirigir implica alcanzar metas excelentes mediante la aportación de personas normales. Por este motivo, la DELEGACIÓN es una técnica esencial del Management.

En un plano conceptual, todos los directivos se identifican con esta idea. Pero en la práctica cotidiana, los principios fundamentales de la delegación se ignoran o se vulneran. Muchos confunden el delegar con mandar, incluso al estilo cuartelario, mientras otros creen que delegar es sinónimo de abdicar de las propias responsabilidades.

La auténtica delegación es una habilidad clave que marca la diferencia entre la excelencia y la mediocridad directiva. Gracias a este recurso, el ejecutivo eficaz potencia a la vez sus propias capacidades individuales y el potencial de sus colaboradores.

El peligro de ser indispensable

No hay nadie que sea totalmente indispensable, aunque tenemos tendencia a pensar que lo somos. Sentirse necesitado es una reacción muy humana. Pero aquel directivo que se convierte voluntaria o involuntariamente en indispensable termina siendo víctima de la “trampa de la indispensabilidad”: permanece aprisionado para siempre en el mismo puesto, perdiendo valiosas oportunidades de promoción.

El obstáculo crítico para la delegación es el miedo. El directivo tiene miedo de que los resultados de la tarea a delegar sean pobres. El colaborador, por su parte, también teme hacerlo mal. Estos miedos sólo se disipan completamente con la finalización de la tarea, pero pueden reducirse sustancialmente cuando la delegación se lleva a cabo siguiendo un método de eficacia garantizada.

El profesor Francisco J. Palom Izquierdo presenta la metodología para la delegación eficaz en el video DELEGACIÓN, a partir de la definición de este concepto clave: ”Delegar es un proceso para conferir a los colaboradores el encargo de una actividad, estableciendo en un diálogo a dos bandas el objetivo a conseguir; la estrategia general, los medios a emplear; los plazos para su ejecución y el sistema de información y evaluación de los resultados, concediendo la autoridad y libertad necesarias para llevar a cabo la actividad, pero conservando siempre la responsabilidad final por el resultado”.

La trampa de la “delegación inversa”

Para los colaboradores, asumir una delegación implica aceptar una mayor cantidad de trabajo. Quienes no están concienciados con el proceso de delegación tratan de librarse como sea de dicha carga adicional trasladándola de nuevo a sus superiores, mediante lo que se conoce como rebote ascendente de los problemas, o “delegación inversa”. Ante la primera duda, se acercan al jefe con tono de adulación: “”Usted que tiene tanta experiencia en este tema, ¿cómo actuaría frente a este problema?”… Es habitual que el jefe se sienta halagado y caiga en la trampa, no sólo resolviendo la duda del colaborador, sino tomando el trabajo y realizándolo él mismo.

El profesor Palom recomienda firmeza ante estas situaciones, y sugiere devolver la pregunta más o menos en este modo: “Y usted, ¿Qué nuevas fórmulas ha pensado para resolver estos problemas?” Esta actitud de firmeza no debe dar a entender que no se está dispuesto a ayudar: el objetivo es que el colaborador perciba la necesidad de desarrollar su iniciativa y su capacidad para ofrecer soluciones.

Las causas de la delegación ineficaz

1. Querer mantener la imagen de que el jefe lo resuelve todo.
2. Desconfianza en los colaboradores, miedo e intolerancia a los errores ajenos.
3. No establecer con claridad los objetivos que debe alcanzar el colaborador.
4. No establecer conjuntamente la estrategia para realizar la tarea.
5. No clarificar los criterios de evaluación del resultado.
6. Pensar que el trabajo debe ser realizado por uno mismo para obtener calidad.
7. “Espiar por la espalda” al colaborador mientras realiza lo encomendado.

8. Temor a que algún colaborador con capacidad y talento le desplace de su puesto.
9. Delegar tareas sin delegar la autoridad suficiente.
10. Delegación con “abdicación”: delegar la responsabilidad final.

Los beneficios de la delegación

· Obtener más provecho del propio tiempo,
· Desarrollar las capacidades de los miembros de su equipo.
· Motivas a sus colaboradores.
· Tomar mejores decisiones.

DELEGACIÓN es una unidad formativa integrada por un video y un manual de trabajo.
El precio de la unidad – video más manual de trabajo – es de US$ 169 + gastos de envío.

Los interesados en adquirir esta unidad pueden dirigirse a ODE-Gestión y Planificación Integral S.A., Casp, 33, 1°-08010 Barcelona – ESPAÑA
Teléfono x3493 3010162, fax +3493 3013141
e-mail: gpi@ode.es
www.ode.es

Dirigir es el arte de conseguir resultados a través de las personas. Dirigir implica alcanzar metas excelentes mediante la aportación de personas normales. Por este motivo, la DELEGACIÓN es una técnica esencial del Management.

En un plano conceptual, todos los directivos se identifican con esta idea. Pero en la práctica cotidiana, los principios fundamentales de la delegación se ignoran o se vulneran. Muchos confunden el delegar con mandar, incluso al estilo cuartelario, mientras otros creen que delegar es sinónimo de abdicar de las propias responsabilidades.

La auténtica delegación es una habilidad clave que marca la diferencia entre la excelencia y la mediocridad directiva. Gracias a este recurso, el ejecutivo eficaz potencia a la vez sus propias capacidades individuales y el potencial de sus colaboradores.

El peligro de ser indispensable

No hay nadie que sea totalmente indispensable, aunque tenemos tendencia a pensar que lo somos. Sentirse necesitado es una reacción muy humana. Pero aquel directivo que se convierte voluntaria o involuntariamente en indispensable termina siendo víctima de la “trampa de la indispensabilidad”: permanece aprisionado para siempre en el mismo puesto, perdiendo valiosas oportunidades de promoción.

El obstáculo crítico para la delegación es el miedo. El directivo tiene miedo de que los resultados de la tarea a delegar sean pobres. El colaborador, por su parte, también teme hacerlo mal. Estos miedos sólo se disipan completamente con la finalización de la tarea, pero pueden reducirse sustancialmente cuando la delegación se lleva a cabo siguiendo un método de eficacia garantizada.

El profesor Francisco J. Palom Izquierdo presenta la metodología para la delegación eficaz en el video DELEGACIÓN, a partir de la definición de este concepto clave: ”Delegar es un proceso para conferir a los colaboradores el encargo de una actividad, estableciendo en un diálogo a dos bandas el objetivo a conseguir; la estrategia general, los medios a emplear; los plazos para su ejecución y el sistema de información y evaluación de los resultados, concediendo la autoridad y libertad necesarias para llevar a cabo la actividad, pero conservando siempre la responsabilidad final por el resultado”.

La trampa de la “delegación inversa”

Para los colaboradores, asumir una delegación implica aceptar una mayor cantidad de trabajo. Quienes no están concienciados con el proceso de delegación tratan de librarse como sea de dicha carga adicional trasladándola de nuevo a sus superiores, mediante lo que se conoce como rebote ascendente de los problemas, o “delegación inversa”. Ante la primera duda, se acercan al jefe con tono de adulación: “”Usted que tiene tanta experiencia en este tema, ¿cómo actuaría frente a este problema?”… Es habitual que el jefe se sienta halagado y caiga en la trampa, no sólo resolviendo la duda del colaborador, sino tomando el trabajo y realizándolo él mismo.

El profesor Palom recomienda firmeza ante estas situaciones, y sugiere devolver la pregunta más o menos en este modo: “Y usted, ¿Qué nuevas fórmulas ha pensado para resolver estos problemas?” Esta actitud de firmeza no debe dar a entender que no se está dispuesto a ayudar: el objetivo es que el colaborador perciba la necesidad de desarrollar su iniciativa y su capacidad para ofrecer soluciones.

Las causas de la delegación ineficaz

1. Querer mantener la imagen de que el jefe lo resuelve todo.
2. Desconfianza en los colaboradores, miedo e intolerancia a los errores ajenos.
3. No establecer con claridad los objetivos que debe alcanzar el colaborador.
4. No establecer conjuntamente la estrategia para realizar la tarea.
5. No clarificar los criterios de evaluación del resultado.
6. Pensar que el trabajo debe ser realizado por uno mismo para obtener calidad.
7. “Espiar por la espalda” al colaborador mientras realiza lo encomendado.

8. Temor a que algún colaborador con capacidad y talento le desplace de su puesto.
9. Delegar tareas sin delegar la autoridad suficiente.
10. Delegación con “abdicación”: delegar la responsabilidad final.

Los beneficios de la delegación

· Obtener más provecho del propio tiempo,
· Desarrollar las capacidades de los miembros de su equipo.
· Motivas a sus colaboradores.
· Tomar mejores decisiones.

DELEGACIÓN es una unidad formativa integrada por un video y un manual de trabajo.
El precio de la unidad – video más manual de trabajo – es de US$ 169 + gastos de envío.

Los interesados en adquirir esta unidad pueden dirigirse a ODE-Gestión y Planificación Integral S.A., Casp, 33, 1°-08010 Barcelona – ESPAÑA
Teléfono x3493 3010162, fax +3493 3013141
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