Las redes sociales, ¿deben regularse?
Los ejecutivos ya son conscientes de que los voceros y community manangers pueden levantar o destruir a una marca pero todavía no se han medido los riesgos de que todos los empleados tengan presencia online. ¿Cuál es ese efecto? ¿Debe regularse?
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Si es cierto que con mucho poder también hay mucha responsabilidad entonces los CFO están entendiendo el verdadero impacto de las redes sociales. Para bien pero también para mal, las redes sociales pueden impulsar el negocio o crear crisis inimaginables. Son, por lo tanto, un canal de comunicación que debe estar controlado. <br />
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Qué tanto debe regularse, sin embargo, sigue siendo una cuestión de debate. En enero pasado la Comisión de seguridad e intercambio (Securities and Exchange Commission) estableció algunos lineamientos en cuanto al uso, monitoreo, contenido e información de seguridad con respecto a las redes sociales. <br />
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Pero esto no significa que las empresas hayan entendido, del todo, los riesgos verdaderos de establecerse en redes sociales sin un plan o sin un protocolo para que los voceros sigan todos los días. Pero además hay otro problema, quizás más grave por su dificultad para controlar: ¿qué hacer con el resto de los empleados que tienen identidad digital pero que no son voceros de la empresa? Hoy en día será difícil encontrar empleados que no tengan un pie en las redes sociales por lo tanto los lineamientos tienen que incluirlos también a ellos. <br />
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La clave, dicen, es la educación y comunicación interna. Todos los empleados nuevos deben atravesar un intenso programa de entrenamiento en ética en los negocios y en tráfico de influencias. Deben certificar, después, que entendieron las políticas de la empresa y las aceptan. El problema aquí también es la privacidad: ¿qué tanto se pueden meter las empresas en la vida social de sus empleados? En algunos estados, como Massachusetts y Nueva York, ya hay proyectos de ley para regular el uso de información corporativa en redes sociales. Lo encaran, sin embargo, desde el lado de la privacidad del usuario, lo que molesta a muchos ejecutivos. <br />
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Quienes entienden de estas cuestiones dicen que lo mejor que pueden hacer las compañías es comunicar los riesgos a sus empleados. Establecer un puesto de trabajo para que se monitoree la conducta de empleados online es una buena idea. Lo mismo debería suceder con los públicos de interés. <br />
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En definitiva, las redes sociales no son solo un canal de comunicación sino también parte de las operaciones de la compañía. Y como tal debe tener cierta regulación interna. La aparición de áreas específicas de control es un paso en la dirección correcta.</p>
