La polémica del chocolate: termina una lucha de 30 años

El último capítulo del la guerra del chocolate cerró esta semana, cuando el Parlamento Europeo permitió a Gran Bretaña, y otros miembros, continuar con su forma de fabricar chocolate y venderlo en Europa con sólo una aclaración en la etiqueta.

16 enero, 2003

El Parlamento Europeo decidió, el miércoles 15 de enero, permitir la venta en
todos sus estados miembro, de chocolate fabricado con hasta 5% de grasa vegetal
o hasta 20% de leche. La medida pone punto final a largos años de conflicto sobre
la fórmula que se debe imponer para la fabricación y venta de chocolate en todos
los mercados de la Unión Europea. El organismo falló a favor de Gran Bretaña,
que fabrica su chocolate con hasta 5% de materias grasas y aditivos. La decisión
afecta a las principales fabricantes británicos , pero los productos de exportación
deberán decir chocolate familiar con leche en las etiquetas.

Para poder ser vendido en los países de la Unión, el producto británico
deberá ser identificado como “chocolate familiar con leche”, aunque dentro de su
propio país sólo deberá aclarar “chocolate con leche”. Aquellos productos
que contengan grasas vegetales además de manteca de cacao, deberán aclararlo
visiblemente en la etiqueta.

El origen de la polémica

El problema comenzó en 1973, cuando Gran Bretaña se sumó a la Unión Europea
y decidió, junto con Irlanda y Dinamarca, no atenerse a una directiva de la
UE, según la cual en la fabricación del chocolate sólo podía usarse manteca
de cacao. La misma medida dejaba a los países miembro en libertad de decidir
si prohibía o no la fabricación o importación de chocolate con aditivos.

En 1994 la Unión Europea debía formalizar los estándares aceptables para todos
los alimentos. Cuando tocó el turno del chocolate, Bélgica, Francia y Alemania
apoyaron la idea de crear un estándar según el cual, para poder llamarse “chocolate”,
el producto debía contener más de 50% de cacao. Inglaterra (hogar de Cadbury,
que fabrica toneladas de golosinas que contienen bastante menos de 10% de cacao)
se opuso a la idea. Entonces comenzaron las discusiones.

Bélgica y Francia lideraron la campaña en contra del grupo liderado por Gran
Bretaña, argumentando que el chocolate británico, por su alto contenido en grasas
vegetal, debía identificarse como “vegelate” en lugar “chocolate”.

Luego de meses de discusiones y amenazas de guerra comercial, Alemania se cambió
de bando presionada por Suiza que, aunque no es miembro de la UE, fabrica enormes
cantidades de golosinas a base de chocolate con leche. Y así, Inglaterra y Cadbury
ganaron. Ahora, en todos los países de la Unión Europea, se puede
llamar chocolate a cualquier cosa que contenga por lo menos 1% de cacao, aunque
deba especificar en la etiqueta el porcentaje de cacao que contiene.

En España e Italia: “Sucedáneos de chocolate”

España e Italia habían sido acusadas en 2000 por la Comisión Europea de “obstaculizar
la libre circulación de mercancías”, puesto que ambos países restringían el
acceso de las mercancías fabricadas legalmente en otro Estado miembro. Las penínsulas
llamaban sucedáneos de chocolate a las golosinas fabricadas con leche
y grasa vegetal además de cacao.

Con la sentencia emitida esta semana por los jueces comunitarios, queda convalidada
la recomendación del abogado general del Tribunal de Justicia de la UE, Siegbert
Alber, quien en diciembre 2001 había aconsejado condenar a España e Italia
por prohibir la comercialización con el nombre de “chocolate” de productos con
aditivos. El letrado consideraba “desproporcionada” la prohibición de esos países
porque, arguyó, para proteger al consumidor de información engañosa les
bastaba con exigir aclaraciones en el etiquetado.

En ambos países desaparecerá ahora lal práctica de llamar “sucedáneos”
a esos productos.

Pierden los países productores de cacao

La decisión de la UE, que permite a los productores reemplazar manteca de cacao
por las más baratas grasas vegetales, significará para los países
productores de cacao una pérdida aproximada de US$ 800 millones.

La razón que exponen los economistas europeos es la necesidad de asegurar el
libre movimiento de productos – chocolate incluido — en todo el territorio
de la Unión Europea. Sin embargo, funcionarios de países de África occidental
(Ghana, Nigeria, Costa de Marfil, Camerún), dicen que la medida hará caer la
demanda de cacao y pondrá en peligro la subsistencia de 11 millones de personas
que dependen de la producción de esa materia prima. En Ghana 54% de los ingresos
por exportación provienen del cacao, en Costa de Marfil, 40%, y en Camerún 30%.

Europa Occidental consume más de 40% del chocolate que se vende en todo el mundo.
La UE importa de África occidental cerca de 90% del cacao que necesita, principalmente
de Costa de Marfil, donde tres millones de personas se ganan la vida con la
producción de cacao.

El Parlamento Europeo decidió, el miércoles 15 de enero, permitir la venta en
todos sus estados miembro, de chocolate fabricado con hasta 5% de grasa vegetal
o hasta 20% de leche. La medida pone punto final a largos años de conflicto sobre
la fórmula que se debe imponer para la fabricación y venta de chocolate en todos
los mercados de la Unión Europea. El organismo falló a favor de Gran Bretaña,
que fabrica su chocolate con hasta 5% de materias grasas y aditivos. La decisión
afecta a las principales fabricantes británicos , pero los productos de exportación
deberán decir chocolate familiar con leche en las etiquetas.

Para poder ser vendido en los países de la Unión, el producto británico
deberá ser identificado como “chocolate familiar con leche”, aunque dentro de su
propio país sólo deberá aclarar “chocolate con leche”. Aquellos productos
que contengan grasas vegetales además de manteca de cacao, deberán aclararlo
visiblemente en la etiqueta.

El origen de la polémica

El problema comenzó en 1973, cuando Gran Bretaña se sumó a la Unión Europea
y decidió, junto con Irlanda y Dinamarca, no atenerse a una directiva de la
UE, según la cual en la fabricación del chocolate sólo podía usarse manteca
de cacao. La misma medida dejaba a los países miembro en libertad de decidir
si prohibía o no la fabricación o importación de chocolate con aditivos.

En 1994 la Unión Europea debía formalizar los estándares aceptables para todos
los alimentos. Cuando tocó el turno del chocolate, Bélgica, Francia y Alemania
apoyaron la idea de crear un estándar según el cual, para poder llamarse “chocolate”,
el producto debía contener más de 50% de cacao. Inglaterra (hogar de Cadbury,
que fabrica toneladas de golosinas que contienen bastante menos de 10% de cacao)
se opuso a la idea. Entonces comenzaron las discusiones.

Bélgica y Francia lideraron la campaña en contra del grupo liderado por Gran
Bretaña, argumentando que el chocolate británico, por su alto contenido en grasas
vegetal, debía identificarse como “vegelate” en lugar “chocolate”.

Luego de meses de discusiones y amenazas de guerra comercial, Alemania se cambió
de bando presionada por Suiza que, aunque no es miembro de la UE, fabrica enormes
cantidades de golosinas a base de chocolate con leche. Y así, Inglaterra y Cadbury
ganaron. Ahora, en todos los países de la Unión Europea, se puede
llamar chocolate a cualquier cosa que contenga por lo menos 1% de cacao, aunque
deba especificar en la etiqueta el porcentaje de cacao que contiene.

En España e Italia: “Sucedáneos de chocolate”

España e Italia habían sido acusadas en 2000 por la Comisión Europea de “obstaculizar
la libre circulación de mercancías”, puesto que ambos países restringían el
acceso de las mercancías fabricadas legalmente en otro Estado miembro. Las penínsulas
llamaban sucedáneos de chocolate a las golosinas fabricadas con leche
y grasa vegetal además de cacao.

Con la sentencia emitida esta semana por los jueces comunitarios, queda convalidada
la recomendación del abogado general del Tribunal de Justicia de la UE, Siegbert
Alber, quien en diciembre 2001 había aconsejado condenar a España e Italia
por prohibir la comercialización con el nombre de “chocolate” de productos con
aditivos. El letrado consideraba “desproporcionada” la prohibición de esos países
porque, arguyó, para proteger al consumidor de información engañosa les
bastaba con exigir aclaraciones en el etiquetado.

En ambos países desaparecerá ahora lal práctica de llamar “sucedáneos”
a esos productos.

Pierden los países productores de cacao

La decisión de la UE, que permite a los productores reemplazar manteca de cacao
por las más baratas grasas vegetales, significará para los países
productores de cacao una pérdida aproximada de US$ 800 millones.

La razón que exponen los economistas europeos es la necesidad de asegurar el
libre movimiento de productos – chocolate incluido — en todo el territorio
de la Unión Europea. Sin embargo, funcionarios de países de África occidental
(Ghana, Nigeria, Costa de Marfil, Camerún), dicen que la medida hará caer la
demanda de cacao y pondrá en peligro la subsistencia de 11 millones de personas
que dependen de la producción de esa materia prima. En Ghana 54% de los ingresos
por exportación provienen del cacao, en Costa de Marfil, 40%, y en Camerún 30%.

Europa Occidental consume más de 40% del chocolate que se vende en todo el mundo.
La UE importa de África occidental cerca de 90% del cacao que necesita, principalmente
de Costa de Marfil, donde tres millones de personas se ganan la vida con la
producción de cacao.

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