La mujer, como el hombre, víctima de la depresión económica
Las mujeres, en muchos casos, lograron la igualdad que buscaban. Pero la igualdad funciona en las buenas y en las malas. En Estados Unidos son hoy víctimas del mal momento económico y se retiran de la fuerza laboral.
24 julio, 2008
<p>Desde los años 60 se vienen sumando, cada vez en mayor número, a las huestes de trabajadores. Ese proceso se detuvo por primera vez en esta década y todo indica que se podría acelerar. Por cierto, por primera vez desde que apareció el "movimiento femenino" en Estados Unidos cayó el porcentaje de mujeres en el trabajo, según informa el <em>Bureau of Labor Statistics</em>. Cada una de las siete anteriores recuperaciones económicas ocurridas desde 1960 terminó con mayor porcentaje de mujeres en la fuerza laboral.</p>
<p>Cuando los economistas comenzaron a advertir esta tendencia hace dos o tres años, pensaron que el retiro del empleo pago obedecía a un deseo de quedarse en casa, bien para criar hijos o porque sus maridos ganaban bien o porque sentían que debían manejar sus hogares. </p>
<p>Pero ahora surge una explicación diferente en los datos del gobierno, según se desprende de la investigación realizada por varios economistas por encargo de una comisión del Congreso nacional.</p>
<p>Después de incursionar prácticamente en todas las ocupaciones posibles, las mujeres sufren en gran escala los mismos problemas que los hombres: momento económico difícil, despidos, tercerización, sueldos estancados o la perspectiva de reducción de sueldo. Y están respondiendo como los hombres, retirándose o desapareciendo por un tiempo. </p>
<p>El estudio de la comisión económica (<em>Joint Economic Committee</em>) da cuenta del creciente número de mujeres que dejan de trabajar ("en un pie de igualdad con los hombres") y concluye que eso podría tener nefastas consecuencias para la familia. "Las mujeres llevan a sus hogares alrededor de un tercio del ingreso familiar," dijo Carolyn Maloney, senadora demócrata por Nueva York y vicepresidenta de la comisión conjunta. "Y sólo las familias donde la mujer también trabaja han visto una mejora real en su nivel de vida."</p>
<p>La proporción de mujeres con empleo en lo que constituye su vida activa – 25 a 54 años – llegó a su punto culminante a principios del año 2000, con 74,9%, justo cuando estaba por explotar la burbuja de inversiones tecnológicas. Ocho años después, en junio, era 72,7%. La reducción es aparentemente pequeña, pero esos 2,2 puntos porcentuales borran más de 12 años de conquistas. Si hubiera predominado el viejo patrón de expansión que imperaba antes, habría cuatro millones más de mujeres trabajando en sus años más productivos. El patrón es similar entre las que tienen alto y bajo nivel de educación, entre casadas y solteras, entre madres con hijos adolescentes e hijos pequeños, entre blancas y negras. </p>
<p>Ellas, en suma, están por primera vez retirándose del trabajo con la misma uniformidad que los hombres en la franja activa de su vida. 96% de los hombres tenía empleo en 1953, su año récord. Eso cayó a 86,4 % al día de hoy. La diferencia está en que cuando son ellas las que dejan de trabajar, naturalmente se supone que es para atender su casa, algo que no ocurre con los hombres. </p>
<p>El retiro más notable se ve en la manufactura, donde más de un millón de mujeres desaparecieron de las nóminas desde 2001. Como los hombres, muchas no volvieron a empleos en otros sectores. </p>
<p>A veces es el estancamiento de los salarios lo que las desalienta para buscar otro empleo, dice Lawrence Katz, economista laboral de Harvard. El sueldo ya no está subiendo para las mujeres de 25 a 54. Por el contrario, el salario medio ha caído en los últimos años, de US$ 15,04 la hora en 2004 a US$ 14,84 en 2007, con ajuste por inflación, según el Economic Policy Institute. (Actualmente, el mismo salario para los hombres es dos dólares más). </p>
<p>Para las mujeres, eso es algo que no se había prolongado tanto desde los años 70, y como eso es una experiencia nueva para ellas, "muchas son más renuentes que los hombres a aceptar menos paga", dice Nancy Folbre, economista de la universidad de Massachusetts. </p>
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