Innovar en educación online

Según el autor Steve Blank la manera de resolver los desafíos que presenta la educación online no se encuentra en una comisión diseñado para ese fin sino en un ambiente libre de limitaciones que potencie las startups.

7 mayo, 2012

<p>A veces atribuida a la revista Vogue, otras a diversos profesores universitarios, la frase &ldquo;Un camello es un caballo dise&ntilde;ado por una comisi&oacute;n&rdquo; sirve para expresar la complejidad innecesaria y la inconsistencia interna de innovar dentro de un grupo espec&iacute;ficamente dise&ntilde;ado para eso. Cualquier posibilidad de innovaci&oacute;n muere cuando una organizaci&oacute;n decide formar una comisi&oacute;n a tal efecto, o por lo menos eso es lo que piensa Steve lank, autor del libro &ldquo;The Startup Owner&acute;s Manual&rdquo;.</p>
<p>Es un error com&uacute;n pensar que se puede innovar, especialmente en &aacute;reas como la educaci&oacute;n online, a trav&eacute;s de modelos preestablecidos. No hay un solo camino para lograr una instituci&oacute;n exitosa. Aunque por momentos parece razonable que se puedan resolver problemas poniendo a todos los grupos de inter&eacute;s en una misma habitaci&oacute;n, lo cierto es que sus soluciones pocas veces son innovadoras.</p>
<p>Una comisi&oacute;n s&iacute; puede ayudar a establecer metas. Por ejemplo, &iquest;es necesario tener un buen equipo de f&uacute;tbol en la universidad? &iquest;El objetivo es atraer a m&aacute;s alumnos? &iquest;Est&aacute; en los planes mejorar el presupuesto en el medio de una crisis econ&oacute;mica? Todas estas cuestiones pueden ser discutidas en grupo.</p>
<p>El problema de las comisiones son las reglas, la burocracia que mata la implementaci&oacute;n de ciertas ideas. Como todav&iacute;a las instituciones se encuentran en los primeros d&iacute;as de la educaci&oacute;n online, nadie ha inventado todav&iacute;a la f&oacute;rmula exitosa. Se necesita, entonces, un proceso que reduzca las complejidades. Pero una comisi&oacute;n no sirve para llegar a soluciones ingeniosas, todo lo contrario.</p>
<p>La educaci&oacute;n online no es un mercado existente, viejo, conocido. No existen datos suficientes para elegir una estrategia correcta. Entonces no se puede elegir una sola estrategia porque, en la incertidumbre, es mejor poner fichas en diferentes n&uacute;meros. Es decir, tener una cartera de ideas para experimentar aparece como la soluci&oacute;n a un problema complejo. Pero no sirve tener una bolsa de ideas viejas. Los comit&eacute;s defienden el status quo porque todos los grupos cuyo inter&eacute;s es mantener la manera de hacer las cosas est&aacute;n representados y pueden vetar soluciones nuevas.</p>
<p>En todos los casos, la clave est&aacute; en las startups. La manera de resolver los desaf&iacute;os que plantea la educaci&oacute;n online es a trav&eacute;s de experimentaci&oacute;n con pocas reglas de juego, pero muy claras. Las limitaciones que puede plantear un comit&eacute; le cortan la cabeza a la innovaci&oacute;n que generalmente crece en la experimentaci&oacute;n y el caos.</p>

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