El trabajo flexible

El tema es sumamente complejo y desafía las simplificaciones. Hay distintos tipos de flexibilización y distintas situaciones de partida desde donde flexibilizar. Por eso en abstracto no se puede decir que sea bueno o malo.

14 febrero, 2003

Quienes están a favor de un mundo globalizado abogan también por
contratos laborales uniformes. La lógica es que si las empresas compiten
en el mundo, en todas partes los términos del contrato laboral deberían
serían ser equivalentes.

Desde ese punto de vista el mundo marcha en una dirección inexorable:
los servicios irán evolucionando hacia una mayor especialización
y la tarea de las empresas será proporcionar flexibilidad en el empleo
a personas y organizaciones de todo el mundo. Sea como fuere la forma en que
se ofrezcan esos servicios, la fuente de valor será "el empleo flexible".

John Bowmer, presidente de Adecco, una empresa caza talentos con sede en Suiza,
razona que más de 75% de la producción global y más de
95% de la población mundial se encuentran fuera de Estados Unidos. Se
trata de grandes mercados para la mano de obra, dice, en los que muchas personas
buscan trabajo estable y en los que la flexibilidad tiene una incidencia fundamental.
Insiste en la importancia de la desregularización laboral para permitir
la instalación del trabajo temporario.

Por otro lado, es evidente que esta concepción se da de patadas con los
intereses de los trabajadores en casi todos los países del mundo, donde
los sindicatos surgieron para asegurar, justamente, la estabilidad en el trabajo.

Bowmer continúa: "La tendencia marca un creciente reconocimiento
de que los servicios de contratación de personal pueden contribuir enormemente
al crecimiento económico y pueden ayudar a reducir el desempleo. Esto
se ha puesto de manifiesto en Estados Unidos, Gran Bretaña, Países
Bajos y otros países."

En España, al menos, se sabe que el trabajo temporario realmente contribuyó
a disminuir el desempleo. Pero en los países en vías de desarrollo,
la modalidad de trabajo flexible es combatida con el argumento que crea inseguridad
en los trabajadores, tanto los calificados como los que no.

Aunque también es cierto que a veces los argumentos que se esgrimen en
defensa de los trabajadores esconden el ulterior objetivo de preservar los cotos
de poder que han conquistado los sindicatos a lo largo de los años. En
Argentina, salvo el gremio periodístico, prácticamente todas las
demás actividades han experimentado una flexibilización de hecho.

Quienes están a favor de un mundo globalizado abogan también por
contratos laborales uniformes. La lógica es que si las empresas compiten
en el mundo, en todas partes los términos del contrato laboral deberían
serían ser equivalentes.

Desde ese punto de vista el mundo marcha en una dirección inexorable:
los servicios irán evolucionando hacia una mayor especialización
y la tarea de las empresas será proporcionar flexibilidad en el empleo
a personas y organizaciones de todo el mundo. Sea como fuere la forma en que
se ofrezcan esos servicios, la fuente de valor será "el empleo flexible".

John Bowmer, presidente de Adecco, una empresa caza talentos con sede en Suiza,
razona que más de 75% de la producción global y más de
95% de la población mundial se encuentran fuera de Estados Unidos. Se
trata de grandes mercados para la mano de obra, dice, en los que muchas personas
buscan trabajo estable y en los que la flexibilidad tiene una incidencia fundamental.
Insiste en la importancia de la desregularización laboral para permitir
la instalación del trabajo temporario.

Por otro lado, es evidente que esta concepción se da de patadas con los
intereses de los trabajadores en casi todos los países del mundo, donde
los sindicatos surgieron para asegurar, justamente, la estabilidad en el trabajo.

Bowmer continúa: "La tendencia marca un creciente reconocimiento
de que los servicios de contratación de personal pueden contribuir enormemente
al crecimiento económico y pueden ayudar a reducir el desempleo. Esto
se ha puesto de manifiesto en Estados Unidos, Gran Bretaña, Países
Bajos y otros países."

En España, al menos, se sabe que el trabajo temporario realmente contribuyó
a disminuir el desempleo. Pero en los países en vías de desarrollo,
la modalidad de trabajo flexible es combatida con el argumento que crea inseguridad
en los trabajadores, tanto los calificados como los que no.

Aunque también es cierto que a veces los argumentos que se esgrimen en
defensa de los trabajadores esconden el ulterior objetivo de preservar los cotos
de poder que han conquistado los sindicatos a lo largo de los años. En
Argentina, salvo el gremio periodístico, prácticamente todas las
demás actividades han experimentado una flexibilización de hecho.

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