El peligro de no disculparse a tiempo

El incidente que se relata más abajo muestra cómo proceder a quienes comercian con Japón. Si ocurre un incidente desgraciado, no taparlo, mostrar arrepentimiento y ofrecer disculpas. Después, y sólo después, vendrá la investigación. 

23 febrero, 2009

<p>El incidente que se relata m&aacute;s abajo muestra c&oacute;mo proceder a quienes comercian con Jap&oacute;n. Si ocurre un incidente desgraciado, no taparlo, mostrar arrepentimiento y ofrecer disculpas. Despu&eacute;s, y s&oacute;lo despu&eacute;s, vendr&aacute; la investigaci&oacute;n.&nbsp; <br />
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Un grupo de japoneses visit&oacute; este mes el International Com&not;merce Centre, el rascacielos que se est&aacute; construyendo en Honk Kong y que tendr&aacute; 118 pisos cuando se termine en 2010.&nbsp;<br />
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El motivo de la visita no era curiosear los pisos ya habilitados ni gozar de las vistas sino para subirse a los m&aacute;s modernos ascensores que se conocen hasta la fecha, de la marca suiza Schindler. En realidad, fueron invitados especialmente por los directivos de Schindler para intentar reconstruir la imagen de la marca en Jap&oacute;n luego de un aparente desperfecto en uno de sus elevadores que result&oacute; en la muerte de un adolescente. <br />
&ldquo;Queremos mostrarles que no somos malos tipos&rdquo;, dijo Alfred Schindler, presidente de Schindler Holdings. <br />
El incidente ocurri&oacute; en Tokio en 2006, y desde entonces la compa&ntilde;&iacute;a no ha logrado volver a vender sus ascensores y escaleras mec&aacute;nicas en Jap&oacute;n.&nbsp; &ldquo;queremos demostrarles que no somos mala gente,&rdquo; dice Alfred Schindler, presidente de Schindler Holdings, cuyos productos mueven 900 millones de personas por d&iacute;a en 135 pa&iacute;ses. Por otro lado, la compa&ntilde;&iacute;a niega ser responsable del incidente, que todav&iacute;a es investigado por la polic&iacute;a. La familia del adolescente demand&oacute; a la compa&ntilde;&iacute;a y a dos de las empresas que prove&iacute;an el servicio de los elevadores desde marzo 2005. <br />
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Pero la opini&oacute;n p&uacute;blica japonesa se indign&oacute; mucho m&aacute;s por una sucesi&oacute;n de gaffes ocurridas en los d&iacute;as siguientes a la muerte. Por ejemplo, Schindler decidi&oacute; no dar su total colaboraci&oacute;n a los investigadores locales, ni tampoco present&oacute; sus disculpas hasta que hubiera identificado la causa del desperfecto. Desde entonces no volvi&oacute; a recibir un solo pedido m&aacute;s y sus ventas se desplomaron, aunque posteriormente ofreci&oacute; disculpas. <br />
La ausencia de excusas inmediatas constituy&oacute; una gruesa equivocaci&oacute;n por parte de los directivos. Siempre es mejor disculparse primero y averiguar despu&eacute;s. En Asia, mostrar arrepentimiento no se toma como en Occidente como admisi&oacute;n de la culpa. </p>
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